La opinión de Ignacio Sánchez-Mejías: Mansada criminal

por | 26 Abr 2011 | La opinión

En esta semana de preferia se supone que están anunciados los hierros más “toristas”, los que no quieren las figuras porque dicen no propician el lucimiento y, por lo que llevamos visto, van a acabar llevando la razón. La corrida de ayer de Dolores Aguirre fue infumable, no se salva por ningún lado ni ninguno de sus toros. Mansa, sin fuerza, sin motor, embistiendo a arreones, peligrosa, tobillera, enterándose. Supongo que son los toros que se les aparecen a los matadores en sus peores pesadillas. No han tenido ni un mal pase, todo se ha quedado en la fachada, eso sí, irreprochable.

Es que se nos queda cara de tonto. La empresa ha hecho bien en cambiar las ganaderías que han fracasado en años anteriores y en intentar refrescar nombres con el debut de este hierro. No podemos culpar a la empresa de no saber que los toros venían podridos. En todo caso creo que a quién hay que señalar es a la ganadera como culpable de semejante desaguisado. Al presidente también podríamos señalarlo porque ha mantenido en el ruedo a toros derrengados que merecían morir apuntillados y no estoqueados, así, el quinto se he echado varias veces en el simulacro de faena de muleta. Un dechado de fuerza y bravura, figúrense.

De la corrida mejor no hablar. Los diestros han hecho lo que han podido con semejante material. Antonio Barrera ha estado valiente. Por cierto, no sé que le habrá hecho Barrera al presidente que se precipitó con el aviso a su primero dos segundos antes de que el toro se echara, y no digamos con el aviso a su segundo, que sonó cuando el toro estaba, literalmente, en el suelo de una estocada. Un poco de sensibilidad no estaría de más en el palco, que bastante paciencia tiene para otras cosas, como para dejar a toros renqueantes en el ruedo. Salvador Cortés ha quedado inédito y ya es difícil en este torero, que es de los que mejor se colocan para citar y al que le embisten casi todos los toros. El debutante Alberto Aguilar tendrá que esperar mejor suerte. Ni un pero a los diestros.

Hemos estado firmando en el tendido por la iniciativa para declarar los Toros como bien de interés cultural, pero no elegimos un buen día. Ya que a algunos toros los llaman por los nombres de sus ganaderías como los miuras o los victorinos, a estos habrá que llamarlos los dolores, pero dolores de verdad y para todos.

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Ignacio Sánchez-Mejías

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