La génesis de la Tauromaquia: La presidencia de la autoridad y la construcción de tribunas

por | 11 Ene 2015 | Ensayos

Recuerda el profesor Albardonedo Freire, de la Universidad de Sevilla, que “la historiografía de la Tauromaquia desde la Ilustración acostumbraba a relacionar la desaparición de las corridas caballerescas con la sustitución por otras, protagonizadas por los pajes de los señores que ejercían como "diestros" populares a partir de los primeros decenios del siglo XVIII. Con ellos, decían se iniciaba las nuevas formas del toreo a pie, origen del que surgiría con el transcurrir del siglo, definitivamente constituida, la fiesta moderna. En esencia en esta tesis se proponía el origen de la tauromaquia moderna en la recuperación de la capea —de raíz ganadera— a la que se añadió el lucimiento personal y además, como elemento determinante, la muerte del toro, la cual desde entonces dominó toda su concepción como núcleo dramático esencial”.

Pero, sin embargo, destaca que “también contamos con aportaciones divergentes con estos planteamientos, que fueron resultado de los estudios sobre el siglo XVIII”.

En este sentido, en este ensayo documenta como la historiografía desde mediados del siglo XIX “comenzó a insinuar otra tesis que defendía la responsabilidad en la nueva tauromaquia de los trabajadores del matadero sevillano. De modo que en el estudio del toreo a pie han convivido las dos tesis sobre los protagonistas del cambio. La última en proponerse ha alcanzado la primacía, sosteniendo que los hombres de las dehesas y del matadero municipal fueron los intérpretes de esta transformación, pues disponían de experiencia en el trato con el ganado. Ellos eran los que realizaban trabajos tanto a pie como a caballo con animales mayoritariamente bravos, los que tenían que conducir y encerrar frecuentemente”.

“Para estas tareas –destaca el autor– se acudía a valentones ejercitados, que seguramente disfrutaban con el riesgo y les servía de ejercicio atlético y demostración de valor y virilidad”.

Acerca de la otra tesis, según la cual los pajes de los caballeros pasaron a exhibir con arrogancia sus habilidades, sustituyéndolos en las corridas de toros, “no encontramos explicación sobre como obtuvieron unos criados urbanos la familiaridad con los lances y con la muerte ó suerte final de la lidia, que a partir de entonces se ejecutó como suprema”.

“Es cierto –añade– que en ambas posturas, existe un punto en común, pues alguien tuvo que inventar las artes del toreo a pie, perfeccionando la burla que era usual en los encierros agropecuarios, y añadiendo todo cuando se refería al componente artístico de la compostura de los lances y de la última suerte”.

El camino hacia la moderna Tauromaquia fue largo: “desde un inicio como turbamulta torera en el que concurrían numerosos "diestros" espontáneos, hasta finalizar en el toreo sujeto a estrictas normas, pasaron por diversas etapas de transición en las que, en cada corrida, uno o dos toros se destinaban para que el público festivo y descontrolado saltara al ruedo y toreara. Esta etapa intermedia era un espectáculo que dista mucho de una forma única, pues tras el trabajo ordenando de los matadores precedentes se daba "suelta" a los jóvenes, que ejercían el toreo bufo con esos uno o dos toros finales. Esas multitudes en los ruedos obligaron a que por los menos desde el siglo XVIII la autoridad acudiera con alguaciles y militares para que velaran por el orden”.

Como recuerda el profesor Albardonedo, en defensa del origen de la Tauromaquia moderna en el matadero han destacado los profesores de la Universidad de Sevilla, como Antonio García-Baquero y Pedro Romero “quienes han sostenido que los matarifes, jiferos ó "colgadores" sólo tuvieron que aplicar en la Tauromaquia cuanto venían haciendo en su trabajo desde finales del siglo XV, y evolucionar depurando las formas de "burla al toro", la cual como presencia multitudinaria de mozos provocaba el disfrute de la concurrencia mientras encerraban el ganado en los corrales, para después en el interior del matadero proceder al sacrificio y cumplir la misión de abastecimiento municipal”.

Partiendo de estos criterios, el profesor Albardonedo realiza un estudio dirigido conocer mejor, una vez creada la función, la configuración del ruedo o escenario en el que la fiesta iba a tener lugar durante la segunda mitad del siglo XVI. Estudia además como en este naciente escenario se localizaba el mirador del Concejo, que regía las corridas.

Pero también aborda otros aspectos no menos curiosos y significativos. Es el caso de  las Ordenanzas del Matadero de 1601, y también lo incluido en las Ordenanzas de 1527, como rectoras de todas estas actividades, en las que se establecían, por ejemplo, los horarios –y ahí aparecía ya la luego mítica 5 de la tarde–,  la definición de los distintos responsables, el libro registro de las reses, etc.

Su ensayo “La génesis de la Tauromaquia moderna: La presidencia de la autoridad y la construcción de tribunas”, publicado originalmente en la revista “Laboratorio de Arte”, constituye un ejemplo más de la importante labor investigadora en las disciplinas más diversas que acerca de la Tauromaquia se realiza en las Universidades españolas.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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