Sebastián Palomo Linares ha fallecido este lunes, 24 de abril, a los 69 años, en la UVI del Hospital Gregorio Marañón, donde runos días había tenido que se opera do de una dolencia muy grave de corazón, que finalmente no ha logrado superar. El pasado sábado, el torero tuvo que ser sedado y con ventilación mecánica tras haberse producido un empeoramiento de su estado.
Antes de entrar a quirófano, el torero comentó que no tenía miedo: "Después de todas las cornadas que he sufrido, ¿cómo voy a tener miedo a esto?". Luego, la gravedad de sus dolencias han provocado este desenlace final.
En el hospital le han acompñado durante toda la jornada, junto a sus familiares, un grupo muy allegado al torero , como la familia Lozano, que fueron sus apoderados a lo largo de toda su vida profesional.
El parte de defunción explica que el torero retirado falleció “a causa de una hemorragia cerebral como complicación de un postoperatorio de cirugía cardiaca”. La defunción se produjo a las 17:13 horas.
Por deseo expreso del torero, una vez confirmada su muerte, en el propio centro hospitalario se puso en marcha el protocolo establecido para la donación de sus órganos.
A partir del martes 25, la capilla ardiente de Palomo Linares se instalará en el Tanatorio de La Paz, en Tres Cantos, donde está previsto que se celebre una misa funeral a las 20,00 horas. Posteriormente su cuerpo será incinerado, para luego ser traslados sus restos a su finca de Aranjuez.
Con más de 1.000 tardes de toros en su haber, Palomo paseó su concepto del toreo por todas las plazas de la geografía taurina, en una etapa en la que abundaban las figuras, con la que se codeó.
Un taurino tan reputado como Pablo Lozano, declaró hace unos años: "Palomo fue un torero importantísimo al que no se le ha hecho justicia". Y tratando de explicar la dureza el la profesión que había elegido, Palomo decía: "Hay que estar en el ruedo para saber lo que cuesta ganar ese dinero. Hay tardes que darías todo el dinero que has ganado por quitarte de encima un toro".
Perfil biográfico
Sebastián Palomo Martínez, “Palomo Linares" en los carteles, nació en Linares (Jaen) el 27 de abril de 1947, cinco meses antes de la cornada mortal que “Islero” le infirió a “Manolete”, en el seno de una familia trabajadora. Pronto se puso a trabajar como aprendiz de zapatero, pero a la vez se iniciaba en sus correrías taurinas.
A los ruedos llega dentro de aquella famosas novilladas de la oportunidad, que se organizaban en la plaza antigua plaza madrileña de Carabanchel. El 20 de julio de 1964 hizo allí su primer paseíllo, saliendo triunfador del ciclo. Al amparo de esos éxitos iniciales, debutó con picadores en la plaza de Ondara (Alicante), en enero de 1965, para lidiar novillos de Núñez Moreno de Guerra, con “El Inclusero” y Vicente Punzón.
Dos años después, accedió a la alternativa en Valladolid el 19 de mayo de 1966, de manos de Jaime Ostos y con “Mondeño” el testigo. El toro de la ceremonia, con el hierrro de Salustiano Galache, atendía por “Feíllo”. Aquella tarde Palomo le cortçó las dos orejas a sus dos enemigos.
Hasta cuatro años después no compareció en la plaza de Madrid, donde hizo su presentación y la confirmación de alternativa el 19 de mayo de 1970, con Curro Romero de padrino y el salmantino Juan José como testigo, ante toros de Antonio Pérez Angoso, completados con uno de Antonio Perez de San Fernando.
Un año antes, por desacuerdo con las empresas, formó la célebre alianza con Manuel Benítez “El Cordobés”, que se bautizó como “los guerrilleros” para mantener su independencia respecto a los organizadores taurinos. De la mano de Eduardo Lozano y de Paquito Ruiz, hasta 65 tardes sumaron de una plaza a otro, en la mayoría de ocasiones en localidades sin gran trascendencia en el mundo del toro.
La polémica le rodeó, más allá de lo razonable, a partir del 22 de mayo de 1972, cuando en Las Ventas cortó las dos orejas y el rabo a un toro de Atanasio Fernández, por nombre “Cigarrón”, toreando con Andrés Vázquez y el mexicano Curro Rivera. Hacia entonces 36 años que no ocurría algo así en el ruedo madrileño. Y la polémica fue tal que hasta tuvo que dimitir el presidente que sacó los tres pañuelos blancos. La realidad es que terminó por encumbrarle, muy bien dirigido por la Casa Lozano.
Su primera retirada de los ruedos tuvo lugar en Bogotá, el 31 de enero de 1982, en una tarde en la que compartió cartel con Pepe Cáceres y Curro Romero frente a tres toros de Vistahermosa y otros tantos de Pueblito Español, en la que consiguió cortar tres orejas. Pero al año siguiente reaparece en triunfo en la plaza limeña de Acho, alternando junto a José Maria Manzanares y Paco Ojeda ante toros de Marcos Núñez.
Volvió a retirarse tres años después, en 1985, tras no estar afortunado en el ciclo isidril. Pero vuelve a los ruedos en 1993. Se retiró definitivamente en Benidorm en una corrida nocturna el 9 de agosto de 1995, actuando junto con Manuel Diaz “El Cordobés” y Javier Conde con toros de Gabriel Rojas. Muy ocasionalmente volvió a vestirse de torero una vez más en España en1997. Nunca más volvió a vestir traje de luces, tan solo toreo algunos festivales. En su carrera había actuado en un total de 1055 ocasiones.
Fue durante una etapa ganadero de reses brava, pero su actividad principal la centro en la pintura. En estos días terminaba de preparar obras para una nueva exposición, que tendría lugar en los alrededores de Madrid, que iba a titular “Cincuenta años de pintura: 1967-2017”,
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