La fabulosa mentira de los 500 millones de euros de subvención a los toros

por | 14 Oct 2013 | Informes

La última vez ha sido en sede parlamentaria. A raíz del debate sobre la proposición de ley para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural, diferentes diputados volvieron a blandir las subvenciones a los toros como arma política arrojadiza. El portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) en el Congreso de los Diputados, Alfred Bosch, se preguntaba “si la fiesta de los toros sobreviviría sin los cuantiosos subsidios que recibe de diversas administraciones que hemos calculado, acorde con otros cálculos, en torno a los 570 millones de euros.”

Pero no sólo los políticos manipulan el apoyo real del Estado a las corridas de toros. Este verano, en la petición avalada con 230.000 firmas supuestamente distintas para salvar al Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), se esgrimían las ayudas públicas a los toros frente a los recortes que sufre el sistema español de I+D+i. En la carta, dirigida al Ministerio de Economía y Competitividad, se comparaban retorcidamente los toros con casos de corrupción como “el fraude de los EREs de Andalucía” o “la fortuna que Bárcenas podría haber amasado en Suiza.” Literalmente, el texto afirmaba que “la tauromaquia recibe 500 millones de subvención desde todas las administraciones públicas”.

Asegurar que los toros perciben 500 millones de euros de subvención no contribuye precisamente a la credibilidad de la reivindicación. No sabemos, si en este caso, la cita de autoridad corresponde al mediático antitaurino Jesús Mosterín, profesor del CSIC, o la referencia científica de ese dato procede del pseudoinforme presentado por ERC a comienzos de 2013 para utilizarlo ad hoc en el debate parlamentario sobre la ILP taurina. En realidad, ¿de dónde sale esa cifra de quinientos o incluso más millones de euros que repiten machaconamente los altavoces antitauromaquia, sin detallar las partidas ni la forma de estimación?

En septiembre de 2007, el diario 20 minutos, dirigido por el padre del también mediático y autocelebrado antitaurino Ignacio Escolar, publicaba el que sería desde entonces texto de referencia de la propaganda animalista. Realmente, la información no dejaba de ser una nota de prensa enviada por la Fundación Altarriba y Stop Our Shame (SOS), que 20 minutos avaló con un sensacionalista titular: “Las fiestas taurinas nos cuestan 564 millones al año de subvención”. El contenido detallado del informe nunca se reveló. Seis días después de este titular, se celebraba en Barcelona una jornada contra las corridas de toros organizada por Altarriba, AnimaNaturalis y SOS, representada esta última por Leonardo Anselmi.

En 2010, el Grupo Abolicionista de la Tauromaquia estimó en 550 millones de euros las ayudas públicas al sector taurino. En 2012, el Partido Animalista (PACMA) situó la cifra en 600 millones de euros. Resulta inverosímil para un lector ecuánime y no abducido por la cruzada antitaurina, que en 2012 las subvenciones se hubiesen mantenido e incluso aumentado respecto a 2007, cuando en ese período los festejos se redujeron un 40%. Pero los mecanismos de adoctrinamiento antitoro sigue a rajatabla uno de los preceptos goebelssianos de la propaganda, el principio de orquestación: si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad.

Y llegamos a 2013 y al esclarecedor y burdo documento firmado por el diputado de ERC, Alfred Bosch. El informe, titulado “Toros and Taxes: Subsidies in Spain and the EU for Bullfighting and Bull Rearing”, se presentó en una rueda de prensa celebrada en Bruselas a la que asistieron, junto a Bosch, los eurodiputados Ana Miranda (BNG), Raül Romeva (ICV) y Ramon Tremosa (CiU).

En esta ocasión, el lobby antitauromaquia sí explicó la chapuza metodológica que utiliza para deducir las astronómicas subvenciones que, según ellos, perciben las corridas de toros. No les importó desvelar su grosera manipulación de los datos, pues el texto, redactado en inglés y destinado a presionar al Parlamento Europeo, está orientado a lectores crédulos totalmente ajenos a la realidad del toro.

El objetivo del "Informe Bosch" es claro: volver a situar las subvenciones a los toros en la horquilla 500-600 millones €. Para obtener esa suma, construye unos supuestos completamente irreales sobre el coste de los festejos taurinos que le permiten alcanzar su propósito: 571 millones de euros, una cuantía prácticamente igual a los 564 millones que en 2007 publicó 20 minutos. En este sentido, conviene recordar que ERC eligió a Leonardo Anselmi para que defendiese su posición ante la ILP taurina durante las comparecencias que tuvieron lugar en el mes de julio en la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados.

El autor del informe parte de las estadísticas taurinas oficiales correspondientes a 2010, publicadas por el Ministerio del Interior al año siguiente. Éste será en definitiva el único dato contrastado y fiable del estudio. Los 13.329 espectáculos taurinos celebrados en España quedan agrupados en dos grandes categorías:

· Festejos mayores (1.724): Corridas de toros, corridas de rejones, novilladas con picadores, festejos mixtos, festivales, rejones con novillos.

· Festejos menores (11.605): Festejos populares, novilladas sin picadores, becerradas, corridas mixtas con rejones, parte seria de toreo cómico.

A continuación, supone un coste medio para cada una de esas dos categorías, sin mencionar ninguna fuente. Simplemente se señala que “el coste medio de los festejos varía enormemente según el tamaño y categoría, pero oscila entre 60.000 € para los festejos de menor nivel y diez veces más para corridas de primera categoría”.

Por tanto, el cómputo de las subvenciones a los toros se basa en dos premisas tan exageradas como las siguientes:

# el coste de una corrida de toros, una corrida de rejones, una novillada con picadores, un festejo mixto, un festival o un festejo de rejones con novillos asciende invariablemente a 600.000 euros.

# el coste de un encierro con toros o vaquillas, de una novillada sin picadores, una becerrada, una corrida mixta con rejones o la parte seria de toreo cómico es de 60.000 euros.

Para quien conoce mínimamente los costes reales de los diferentes festejos taurinos, las cifras del “Informe Bosch” le parecen entre descaradas y desternillantes. Sea cual sea la categoría de la plaza –le da igual una corrida de toros en Pamplona o Sevilla que una novillada en una portátil-, aplica a todos los festejos mayores un coste de 600.000 euros. Le resulta indiferente que el 88% de éstos se organicen en plazas que no son de primera categoría (1.598 de 1.724), donde ningún espectáculo taurino alcanza ese desproporcionado coste. En ferias de categoría superior, ¿algún festejo llega a los 600.000 euros? Un lleno hasta la bandera en Las Ventas -el coso español de mayor aforo- implica un cargo en taquilla de 550.000 euros para una corrida de toros, impuestos incluidos.

El documento saca a colación a José Tomás, que “puede elevar su caché hasta los 500.000 € por tarde, mientras que la mayor parte de los matadores cobrarían alrededor de 30.000 €”. Precisamente, en la temporada que analiza el informe, José Tomás sólo actuó tres tardes -Olivenza, Castellón y Arnedo, antes de la cornada en Aguascalientes-, y en ninguna pudo cobrar esa cantidad. Y de ser ciertos los 30.000 euros que asignan a la mayoría de matadores, invalidarían de inmediato el hipotético coste de 600.000 euros por corrida.

El cálculo incurre en una deshonesta hiperinflación de costes en el caso de los festejos mayores, que llega a multiplicar hasta por 15 el coste de organización de una novillada con picadores en una plaza de inferior categoría.

Respecto a los festejos menores (11.605), los encierros populares (10.907) suponen el 94% del total. El coste de los encierros oscila entre los 4.000 euros de una suelta de vaquillas y los 12.000 euros de un festejo con toros cerriles. El informe atribuye, en consecuencia, unos costes desorbitados que exageran entre 5 y 15 veces el gasto real de cada espectáculo.

Finalmente, para consumar la fabulosa mentira de los 500 millones de euros, el autor imagina sin aportar prueba alguna que las subvenciones representan el 33% del coste total estimado, dando por hecho que todos los festejos taurinos reciben ese porcentaje de ayuda por parte de la Administración. Incluso se asegura -sin contrastar con ninguna fuente- que “enlas ciudades más pequeñas o en los espectáculos de menor importancia, los subsidios se sitúan entre el 50 y el 90%”. El documento concluye cínicamente que “la cifra resultante es importante porque encaja con estimaciones anteriores: no menos de 571 millones de euros.” Cómo no va a encajar si se fundamenta en unas premisas tan falsas como imprescindibles para que el resultado ronde justamente los 500-600 millones de euros.

Este engendro disfrazado de informe, elaborado sin ningún rigor y con probada deshonestidad intelectual, es un buen ejemplo de la propaganda antitaurina. Desmontar sus falacias nos demuestra que el estereotipo de las subvenciones taurinas es una ficción construida a partir de trampas y exageraciones. Su autor -el real o el interpuesto- representa bien esa izquierda reaccionaria y estúpida que ha optado por sustituir en su agenda política la justicia social por la justicia animal.


Los estudios y comentarios del profesor Juan Medina se pueden consultar en su blogs: http://escalafon.blogspot.com.es/

 

 

 

 


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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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