Reunido en Madrid durante la mañana de este lunes, y tras las correspondientes deliberaciones, el Jurado nombrado a tal efecto ha acordado conceder el Premio Nacional de Tauromaquia 2015 a la Escuela de Tauromaquia de Madrid “Marcial Lalanda”.
Según el acta, el Jurado ha valorado la positiva labor que han venido desempeñando las Escuelas de Tauromaquia de España que han servido para canalizar las aspiraciones de quienes deseaban ser toreros, y así promover un mayor rigor en su formación taurina y humana.
Entre las diferentes existentes, la Escuela de Tauromaquia de Madrid es, a juicio del Jurado, merecedora del Premio por ser la más antigua de la época contemporánea, por su propuesta de enseñanza profesional, que ha ido avanzando en sus criterios pedagógicos año tras año, y por el esfuerzo y dedicación de sus profesores, alumnas y alumnos, entre los que han sobresalido importantes figuras del toreo.
Como se sabe, el Premio Nacional de Tauromaquia, concedido por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, está destinado a reconocer la labor meritoria de una persona, entidad o institución durante la temporada española de 2015 en el ejercicio de las diferentes actividades y manifestaciones de la Tauromaquia. En casos excepcionales, debidamente motivados, también podrá otorgarse como reconocimiento a una trayectoria profesional. Está dotado con 30.000,00 euros y su cuantía no podrá dividirse.
La Escuela
Creada en 1976 a instancias de las organizaciones profesionales con Enrique Martín Arranz como primer director, la Escuela de Madrid contó ya en su primer año con un plantel de 76 alumnos, entre ellos cinco chicas. Ya en aquellas promociones se encuentran nombre que luego alcanzaron relevancia en los ruedos, como el llorado José Cubero “Yiyo”, José Miguel Arroyo “Joselito” y José Pedro Prados “El Fundi”, José Luís Bote, estos tres últimos actuales directores de la Escuela.
La Escuela de Tauromaquia “Marcial Lalanda” adquiere su actual estructura en 1982, mediante un convenio firmado por el alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván, y el presidente de la entonces Diputación Provincial, José A. Rodríguez Colorado. Regida por un Patronato, a lo largo de los años posteriores fue adquiriendo una creciente experiencia e importancia, atrayendo a alumnos madrileños pero también de diversas países iberoamericanos, hasta convertirse en un centro de referencia.
Su modelo de formación, cuyas experiencias se han trasladado a otros centros, se basaba en una adecuada preparación técnica y física para el ejercicio del toreo, pero siempre ha tenido entre sus objetivos principales inculcar en sus alumnos los valores humanos. Además, se ha preocupado que la dedicación a esta formación profesional, no entorpeciera los estudios académicos de sus alumnos. Unos criterios formativos desarrollados en un clima de libertad, tanto personal como creativa, promoviendo el compañerismo y la cultura del esfuerzo.
De sus aulas han salido numerosos profesionales, que han destacado luego en las distintas actividades taurinas. De hecho, hoy cuenta entre sus antiguos alumnos con apoderados, matadores de toros, banderilleros, etc. De hecho, se registran más de 100 matadores de toros, con nombres como de los “El Juli”, Cristina Sánchez –la primera mujer que accedió al grado de matadora de toros y que se ganó el respeto de todos–, Miguel Abellán, Fernando Robleño, Matías Tejela, Joselito Adame, entre otros. Pero también en las filas de plata cuenta con ex alumnos queen lo suyo han sido o son figuras, como José A. Carretero, “El Boni”, “Pirri”, o Luis Antonio Vallejo “Pimpi”. Otros, en fin, se dirigieron hacia el campo de la gestión, como los hoy apoderados Luis Miguel Villalpando, Andrés Caballero o Ángel Gómez Escorial, por citar tres ejemplos.
El Jurado
El jurado ha estado presidido por el subsecretario de Educación, Cultura y Deporte, Fernando Benzo y han actuado como vocales Demetrio Pérez Carretero, director general de Interior, Emergencias y Protección Civil, de la Consejería de Justicia e Interior de la Junta de Andalucía; José Joaquín de Ysasi-Ysasmendi Adaro, representante del mundo de las artes y la cultura; Juan Diego Vicente Hernández, de la Unión de Toreros y Fernando Galindo González, secretario general de la Unión de Picadores y Banderilleros Españoles; María Teresa Cobaleda Hernández, representante del mundo académico; Ignacio Lloret Carmona, representante con experiencia acreditada en la explotación pública o privada de plaza de toros de primera categoría; María del Mar Mayoral Figueroa, del mundo ganadero taurino; Antonio Petit Caro, proveniente del periodismo o la crítica taurina de acreditada experiencia; Pío García-Escudero Márquez; de las asociaciones de aficionados o abonados taurinos: Beatriz Badorrey Martín y D. Williams Cárdenas, de asociaciones destinadas a la proyección y protección cultural exterior de la tauromaquia.
Como se recordará, en la primera edición este Premio Nacional se concedió al matador de toros, rejoneador y ganadero Paco Ojeda. En 2914 el galardón lo obtuvo Francisco Cano “Canito”, por toda una vida dedicada al periodismo grafico taurino.
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