Saltó la noticia que se esperaba: Martin Peñato ha cesado como director-gerente de la Mesa del Toro. Oficialmente se debe a “la imposibilidad de mantener el compromiso profesional y económico adquirido cuando fue designado”.
Y aunque sea posible que ocurra tal como se anuncia oficialmente, el relevo estaba al caer desde que Martín Peñato fue destituido como Presidente de la Asociación de Ganadería de Lidia, colectivo al que representaba en la Mesa, porque no tenía sentido que quien había perdido la confianza de sus representados continuara ejerciendo tal misión.
Por lo demás resulta significativo que la Junta haya acordado el “cese”. O lo que lo es mismo, no se trata de aceptar una renuncia o dimisión del interesado, que sería la fórmula de un relevo a petición propia; por el contrario, se trata de un relevo unilateral por parte de sus compañeros de Junta, que es la fórmula más apropiada para eludir el término destitución.
La información oficial difundida el viernes, 4 de marzo, dice textualmente lo que sigue:
“La Junta Directiva de la Mesa del Toro, en atribución de las competencias establecidas en sus Estatutos, ha decidido hoy cesar al director gerente, Eduardo Martín-Peñato, por la imposibilidad de mantener el compromiso profesional y económico adquirido cuando fue designado gestor de la Entidad. El cese será efectivo el próximo día 30 de marzo. La Junta Directiva ha decidido por unanimidad agradecer al señor Martín-Peñato el trabajo realizado en la puesta en marcha de la Mesa del Toro.
El órgano de gobierno de la Federación ha decidido también delegar en la Comisión Permanente para que asuma de forma transitoria las funciones de gestión de la Federación. Esta comisión permanente se reunirá semanalmente.”
La crisis sigue abierta
Ya en la reunión de mediados de diciembre se percibió que el empeño de unificar en la Mesa del Toro no iba a ser ni tan fácil, ni tan rápida como aspiraba los empresarios y el grupo conocido como G-10, que integran una serie de matadores de toros de primer nivel.
Aquella reunión, que se estuvo preparando durante cuatro semanas, todo lo que se pudo alumbrar fue un comunicado oficial, del que se concluía era que en los problemas de fondo que se trataba de abordar no había alcanzado aún el consenso necesario para ser aprobados. Más bien daba la impresión de que todo igual que antes de empezar, salvo las mutuas declaraciones de buenas intenciones. Y no era eso lo que se trataba, sobre todo si hacemos caso a las declaraciones oficiales que hicieron toreros y empresarios cuando decidieron unir sus destinos a los de la Mesa del Toro.
Como se recordará, la propuesta nacida de la reunión de empresarios y toreros se fijaba como objetivo –según la información oficial– "una adecuación de la estructura operativa de la Federación" y a que "se establezca definitivamente un sistema de financiación estable y permanente",
A este respecto, los reunidos en diciembre tan sólo decidieron continuar estudiando las posibles modificaciones de la Mesa en función de la futura ubicación administrativa de la Fiesta dentro del Departamento de Cultura. Es decir, más buenas intenciones, pero pocos pasos concretos.
Por eso, lo más importante de aquella reunión fue que estuvieran muchos protagonistas importantes, tal que
El Juli, Cayetano, Luis Álvarez, Ramón Valencia, Óscar Chopera y Manuel Martínez Erice, entre otros. Esta presencia se interpretaba como que los que han comandado el cambio hacia una nueva etapa querían seguir en ello.
Cuando ahora, después de los prolegómenos de diciembre, la Mesa se reúne casi dos meses después y tan sólo para destituir a su Director Gerente, va a ser interpretado como la remoción de un obstáculo que existía para poder alcanzar la unificación. De hecho, no es la primera vez que en los mentideros taurinos ha circulado la necesidad de este relevo para poder ir a la nueva fase de la Mesa del Toro.
A esta hipótesis viene a unirse el propio hecho de que la Junta Directiva de la Mesa ni haya querido proceder al nombramiento de un nuevo Director Gerente, siendo éste un cargo esencial para el funcionamiento con normalidad de toda organización.
Sea como fuere, la temporada ya se echa encima y los taurinos entrarán en ese carrusel continuo que les lleva de plaza en plaza y en el que todo pasa a un segundo plano. Al final, lo que queda es que se han perdido cuatro meses y la organización interna de la Fiesta sigue en el mismo punto muerto.
Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".
0 comentarios