Si se quiere cumplir lo establecido en la Orden ECD/1414/2012, de 21 de junio, por la que se crea la Comisión de Trabajo para el Fomento y Protección de la Tauromaquia, los expertos que asesoran al ministro Wert tienen siete días –los que restan hasta el 3 de enero– para cumplir el encargo que recibieron de elaborar un informe, no vinculante, que pueda servir para “la definición de los criterios, objetivos y medidas que ha de reunir el Plan Nacional de Fomento y Protección de la Tauromaquia”.
En efecto, la orden del pasado 22 de junio y comenzó a surtir efecto siente días después: el día 29, fecha de su publicación en el Boletín Oficial del Estado. Formalmente, la Comisión se constituyo y tomó posesión el 3 de julio.
Según establece la referida Orden Ministerial en su parágrafo Segundo, “la Comisión de Trabajo presentará un informe al Ministro de Educación, Cultura y Deporte en un plazo no superior a seis meses a contar desde la fecha de su constitución formal”. En consecuencia, la fecha límite para cumplir la misión que le fue encomendada concluye el próximo día 3 de enero.
Pero a tenor de la propia Orden ministerial, ese mismo día 3 de enero la Comisión se deberá disolver, como establece en su parágrafo Sexto: “La Comisión de Trabajo dejará de desempeñar sus funciones y se considerará disuelta una vez presentado al Ministro de Educación, Cultura y Deporte el informe anteriormente aludido”.
La Orden ministerial señala que “el Ministerio podrá asumir las recomendaciones de esta Comisión como marco de referencia para la planificación de su actividad de promoción y protección de la tauromaquia”. Y a continuación añade: “Con carácter previo a su puesta en marcha, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte podrá someter el Plan Nacional de Fomento y Protección de la Tauromaquia a la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos, órgano de asesoramiento en materia de espectáculos taurinos”.
Como se recordará la propia Orden ministerial pormenoriza la naturaleza y objetivos del trabajo a desarrollar. Lo hace en los siguientes términos: “Entre otros aspectos, el Plan Nacional contendrá las medidas a aplicar, en colaboración con el resto de Administraciones Públicas y los sectores implicados, para la puesta en valor de la tauromaquia como manifestación cultural y como industria cultural. Entre estas medidas se incluirán la actualización de la normativa básica reguladora de los los espectáculos taurinos, el estudio de la extensión de las ayudas de acción y promoción cultural a las asociaciones sin ánimo de lucro relacionadas con el mundo del toro y el diseño de campañas de comunicación que pongan de manifiesto los valores culturales, socioeconómicos y medioambientales de la tauromaquia en su conjunto”.
¿Se cumplirá los plazos?
Desde aquel 3 de julio la Comisión de expertos ha mantenido diversas reuniones de trabajo, en unos casos entre sus componentes, en otros para dar audiencia a los distintos sectores de la Fiesta. Aunque no hayan trascendido, como es lógico, los contenidos de sus deliberaciones, se debe suponer que sus trabajos estarán ya en fase de conclusión.
Es una suposición que viene marcada en la propia legislación del Estado, en la que se establece la obligatoriedad de dar cumplimiento en sus propios términos a cuantas normas se dicten entre las comprendidas en aquellas con rango de Ley y las Ordenes Ministeriales.
Por ello, si el 3 de enero no estuviera entregado el Informe solicitado se estaría incumpliendo la normativa vigente, salvo que con anterioridad el propio Ministerio de Educación, Cultura y Deportes dictara una nueva Orden ministerial modificando los plazos establecidos en aquella que creó la Comisión.
Por algunas declaraciones periodísticas de responsables de esta Comisión, cabría deducir que se trata de cumplir los plazos. Establecidos. Al menos, su presidente declaró a la revista “Aplausos” el 22 de octubre que el informe definitivo “esperamos tener redactado para finales de año aproximadamente”. Y esto es así, hemos entrado en la cuenta atrás.
Expectación medida
Sobre todo en la primera etapa de sus trabajos, la realidad es que entre los sectores taurinos y de aficionados la esperanzas que se ponían en los trabajos de esta Comisión estaban plagados de bastante escepticismo. Luego, conforme se les fue dando audiencia, las impresiones se volvieron algo más positivas, si nos atenemos a las declaraciones que efectuaron todos los comparecientes a la conclusión de las reuniones.
Pero a partir de ahí se abren muchas interrogantes, la principal de las cuales puede ser, precisamente, si el Ministerio cumplirá su compromiso de dar audiencia previa, antes de dictar cualquier disposición, a la Comisión Consultiva Nacional de Asuntos Taurinos, que hoy por hoy continúa en vigor, aunque haga años que se la convoca.
Pero no es menor la duda acerca de si el ministro Wert dará a conocer en su integridad el Informe de los expertos. Normativamente no es un extremo al que venga obligado, sino que queda a una decisión discrecional del destinatario final del informe. No obstante, tanto para los sectores profesionales como para los aficionados resultaría especialmente importante tener acceso público al Informe, no sólo para estar adecuadamente informados, sino en especial para poder aportar sus sugerencias para perfeccionar y completar su texto.
Con todo, la interrogante principal se centra en el cuándo y en el cómo el ministro Wert presentará su propuesta del “Plan Nacional de Fomento y Protección de la Tauromaquia”. Se trata de una decisión que no tiene ninguna fecha previamente establecida, sino que queda a la decisión y oportunidad política que considera adecuados el ministro. Debe presuponerse que Wert será conscientes de la importancia que esta Plan reviste para el momento que hoy vive la Fiesta de los toros y que actuará en consecuencia.
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