CEHEGÍN (Murcia). Corrida de toros con motivo del día de la Región. Más de un tercio de plaza, en tarde de mucho calor. Toros de Guadalmena, flojos. Manuel Díaz “El Cordobés” (de champán y oro, con cabos negros), aplausos y silencio tras aviso. Antonio Puerta (de blanco y oro), dos orejas y dos orejas. Conchi Ríos (de grana y oro), que tomaba la alternativa, una oreja y dos orejas. Puerta y Ríos salieron a hombros.
Con éxito en el ruedo y con salida a hombros concluyó la tarde en la que Conchi Ríos accedió al grado de matador de toros, la sexta que lo consigue en España en los últimos 20 años y más de tres años después de que refrendara la suya Milagros del Perú en la plaza de Moralzarzal.
La torero de Murcia dejó este 9 de junio una impresión mucho mejor de lo esperable, después de haber permanecido durante casi 4 años apartada de los ruedos. Si como había declarado en las vísperas, se trataba de sorprender, en efecto lo consiguió. Ahora le queda el duro camino de seguir buscando oportunidades, que para las mujeres siempre han sido escasas, cuando no conflictivas.
Para reflejar lo ocurrido en el ruedo de Cehegín, en el que estuvo francamente bien Antonio Puerta, traemos a nuestras páginas lo escrito en los dos diarios locales de Murcia.
La Verdad
En el diario “La Verdad”, su cronista Francisco Ojados escribe que se trata de “una corrida que quedará para la historia por ser la del doctorado en tauromaquia de la primera mujer de nuestra Región que ha llegado a alcanzar el estatus de matador de toros. Conchi no defraudó en tarde tan comprometida para ella. Todo lo contrario. Su concepto puro del toreo impregnó el ruedo y convenció a los aficionados. Su inmejorable disposición quedó patente en el saludo de capa al primer toro de la tarde, marcado con el número 71 y de nombre “Gandul”, que así se llamó el toro con el que se doctoró. Sin dudas ni preámbulo alguno comenzó a torear a la verónica, cargando la suerte, ganando terreno hasta rematar de forma brillante con una barroca media verónica”.
Acerca de su actuación en el toro de la ceremonia –“algo aquerenciado pero noble”— y después de informar sobre su brindis, visiblemente emocionada, a su abuelo Juan –el que le metió de muy niña el veneno del toro en el cuerpo- y a su madre, destaca el cronista que la nueva matador de toros “se creció después de ligar una primera serie en redondo, a la que siguió otra tanda con la diestra que tuvo buen son. Después firmó cuatro naturales, en los que puso mucho sentimiento, que destacaron sobremanera dentro de su entonada faena y que fueron de los mejores muletazos de la tarde. Hecha su primera faena como matador de toros la culminó de una habilidosa estocada, desprendida en su colocación, pero suficiente para que paseara orgullosa su primer trofeo”.
Y luego añade: “Bien ganadas fueron las dos orejas obtenidas del sexto. Más serena, soltados los nervios, Conchi dio una importante dimensión con este astado. De nuevo cargó la suerte y toreó con buen aire a la verónica, siendo extraordinaria la media de remate. (….) Esta vez el brindis fue para su equipo (apoderado y preparador). Cruzada al pitón contrario citó en la apertura de la primera serie con la diestra. Fue faena de excelente concepto a un toro noble, que de tener más motor podría haber resultado de máximos trofeos. Bien colocada, ligó los muletazos, dio el medio pecho y dotó de temple y torería su obra. Dos naturales soberbios, por largos y lentos, un pase de pecho de pitón a rabo, y el final, con un desplante a cuerpo limpio pusieron el broche. La estocada hasta las cintas tiró sin puntilla al de Guadalmena. Alternativa para ilusionarse, sin duda”.
La Opinión de Murcia
Por su parte, en el diario “La Opinión de Murcia” sucronista Gil López escribe: “El remodelado coso centenario de la ciudad de las Maravillas vistió sus mejores galas para acoger la alternativa de la murciana Conchi Ríos que, con traje nuevo gracias a su club taurino, recibió al primero –de nombre Gandul- con una tanda de verónicas con gran trazo, sacándoselo a los medios, cerrando con una media belmontina. Tras tomar la alternativa, su primera faena, que brindó al grito y con la voz cortada de «abuelo va por ti», comenzó con tres tandas de toreo en redondo. Aunque la faena cobró algo más de nivel cuando se echo la franela a la mano izquierda, consiguiendo hilvanar tres series muy vistosas. El toro, que hasta entonces había mostrado muy buena condición, se volvió más parado y Conchi lo colocó en suerte buscando una estocada algo caída de rápido efecto, que el respetable premió con un trofeo.
Y respecto a su segundo enemigo, Gil López destaca: “con el sueño cumplido de su vida, ser matadora de toros, le costó meter en el capote a un rival que salió muy suelto. Con la muleta con un toro menos claro que el de su doctorado, y que perdía las manos continuamente se vio a una Conchi Ríos muy entregada en una faena que brindó al empresario de la plaza y a matador José Manuel Más. Acortó las distancias y realizó toda la faena en los terrenos del toro sin inmutarse, intentándolo por ambos pitones, cuajando muy buenos muletazos, sobre todo con la izquierda. Dejó una gran estocada en la suerte contraria de rapidísimo efecto. Consiguiendo desorejar a su enemigo.
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