MADRID. Vigesimotercera del abono de San Isidro. Tres cuartos de plaza: los datos oficiales dan la cifra 18.432 espectadores (78% del aforo). Cinco novillos de Flor de Jara (Carlos Aragón Cancela) y un sobrero de Dolores Rufino (3º bis), correctos de presentación, pero muy bajos de raza y de escasa humillación. Juan Miguel (de malva y oro), silencio y una oreja. Alejandro Marco (de verde manzana y oro), silencio y silencio. Ángel Sánchez (de rosa y oro), ovación y silencio.
Parte facultativo: Tras dar muerte a su segundo novillo, Juan Miguel fue asistido en la Enfermería de un “puntazo corrido en rodilla derecha, con hematoma encapsulado que se drena parcialmente. Contusión cervical, pendiente de estudio radiológico. Se traslada al hospital San Francisco de Asís con cargo a la Fraternidad.
INCIDENCIAS: A partir de la muerte del 4º de la tarde comenzó un continuado desfile de espectadores que se marchaban de los tendidos, a la búsqueda de un televisor con la final de la Champions.
Con la final de la Champions “”programada” a partir de la muerte del 4º de la tarde, no deja de ser meritorio, y noticioso, que a la hora de hacer el paseíllo en los tendidos de Las Ventas se sentarán más de 18.000 espectadores para asistir a la última novillada del abono. Grande sería que fuera del abono, en el resto de la temporada, hubiera tanta fidelidad en la afición.
En este festejo se pasaba del tan habitual encaste domecq al de Santa Coloma. Si en la anterior comparecencia, la corrida de La Quinta, resultó un fiasco grandes, la de hoy no arregló precisamente la escena. Y es que los novillos de “Flor de Jara”, en el tipo de su origen, salió muy baja de raza, tanta que incluso los dos tuvieron mejores condiciones se vinieron a menos. Tuvo una primera parte estimable, con calidad y nobleza, el que abrió la tarde y, sobre todo, brilló el 6º, que peló bien con el caballo y que tuvo entrega en los engaños hasta que se acobardó. El resto, con muy poca historia dentro y con extrema sosería; el asardinado sobrero de Dolores Rufino –que en segunda derivada era de origen domecq-– no quiso enmendarles la plana.
Mientras tuvo codicia, Juan Miguel estuvo por encima del utrero que abrió la tarde. Se había ido a toriles para recibirlo con unas tafalleras emotivas. Y de nuevo prescindió rodeos y comenzó su faena en los medios con la mano izquierda, para seguir en un bueno tono. Hasta que el novillo decidió rajarse y ya deambulaba ajeno a los engaños. También con el 4º el torero madrileño trató de meter en razón al novillo, que ya había cantado la gallina. Expuso con un valor sereno, hasta llevarse una voltereta cayendo al ruedo de una forma muy peligrosa. Con todo, volvió a meterse entre los pitones, calentando al personal, que tras un dejar una gran estocada se le concedió una oreja, para pasar luego a la enfermería.
Alejandro Marco, a un mes de su alternativa, no terminó de romper. El buen tono de su forma de entender el toreo solo se tradujo en episodios aislados, bien es cierto que el utrero fue de los majos de raza. Se le vio mas decidido frente al que hizo 5º, que tuvo mejor son, aunque nunca terminó de romper. El vallisoletano dejó pasajes muy estimables sobre ambas manos, siempre con remates bien logrados. Luego se puso pesado en el manejo de los aceros y toda opción de éxito se esfumó.
Había interés en volver a ver a Ángel Sánchez, después de la sorpresa que dio a todos en la novillada del 2 de abril, precisamente con un novillo santacolomeño. El 3º fue devuelto por la Presidencia, que debió ver algo que la mayoría no advirtió. Lo cierto es que el sobrero, áspero como la lija y con genio en lugar de bravura, solo permitió que el madrileño expusiera su buen oficio y su decisión. Buscó enderezar las cosas con el 6º, que hizo abrigar esperanzas por sus mejores hechuras y su comportamiento inicial. Pero se le pegó en demasía en el caballo, ante el que peleó bravamente, y luego acusó el castigo, Pero aunque tardeara, Sánchez supo y pudo meterlo en los engaños, especialmente sobre la mano derecha. Muletazos largos y templados de buena factura. Quizá trató de excederse en la faena, y ya en las últimas series el novillo no era el mismo. En este turno, fallaron las espadas.
Acabado el festejo se supone que Simón Casas habrá comenzado a darle vueltas y vuelta a como componer el anunciado cartel de novilleros triunfadores programado para 18 de junio, en el pack de las dos corridas extraordinarias. Vistas ya las tres novilladas isidriles, complicado lo tiene si quiere cumplir su promesa.
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