Recordaba Cossío que en sus inicios “no toreaba entonces con perfección a la verónica. En su primer año de alternativa se le veía ensayar todas las maneras de los mejores practicantes de la suerte en su tiempo, para asimilarse en estilo que cuadrara a los condiciones de su toreo. Hacia 1917 le encuentra y sus lances de capa rivalizan en perfección con los del torero que más templadamente haya lanceado con ella. Cambiaba de rodillas, cultivando con frecuencia esta tradición familiar; recortaba con el capote al brazo y en quites y en toda especie de lances con la capa su reportorio era inagotable. NI el don genial de improvisar las suertes, forzado por las circunstancias, le fue negado”. [Citado por Gustavo del Barco, en su libro “Joselito el Gallo”]
La fotografía de Joselito que ilustra este apunte en la primera página fue realizada por Manuel Cervera y corresponde a la presentación de Joselito como novillero en Madrid, en junio de 1912. La que se publica en esta otra pagina corresponde a una novillada lidiada la plaza de toros de Cádiz, cuando el cartel de moda era el de los niños toreros Limeño II y Gallito.
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