Son numerosas las coincidencias vitales entre las vidas privadas y carreras profesionales de los matadores de toros sevillano y cordobés, que marcaron dos épocas sobresalientes de la historia del toreo, Joselito y Manolete. De entrada, ambos, se anunciaban con los diminutivos de sus nombres propios. Como es obvio, José Gómez Ortega era sevillano (1895), y Manuel Rodríguez Sánchez, cordobés (1917).
Entre los sénecas taurinos se suele afirmar que lo ideal es “los toros tenga cinco años y veinticinco los toreros”. Joselito tenía justo esa edad cuando murió. Por su parte, Manuel, era cinco años mayor, sí bien habría que descontar los tres años de la Guerra Civil que retrasaron su carrera. Ambos tomaron la alternativa en Sevilla: José (28/9/1912), y Manuel (9/7/1939).
Los dos eran hijos de padre y madre con profundas raíces taurinas. José, de Fernando El Gallo, y Manuel, de un matador de toros del mismo nombre y apodo. La señora Gabriela, estaba relacionada familiarmente con varios toreros sevillanos. Por su parte, doña Angustias era viuda de Rafael Molina Lagartijo Chico y de Manolete I.
Es chocante, mes arriba o abajo, que el número de temporadas que estuvieron en activo fuera el mismo, ocho, desde que tomaron la alternativa: José, entre 1912 y 1920, y, Manuel, entre 1939 y 1947.
También es parecido el número de corridas que ambos estoquearon: Joselito (670 corridas y 1528 toros) y Manolete (509 corridas y 1024 toros). Sin embargo hay una diferencia notable en el número de morlacos estoqueados en solitario: el sevillano lo hizo en 21 ocasiones y ninguna el cordobés. Además en 1946, Manuel sólo toreó una corrida en España, a quien los toros le castigaron con mayor frecuencia. Otra coincidencia es que ambos fueron básicos en los festejos de Beneficencia, Montepío, Corrida de la Prensa…
Madrid y Barcelona fueron las dos plazas importantes: para José, la primera fue Madrid. y Barcelona para Manuel.
Aunque los dos fueron corneados de muerte en plazas de segunda categoría, Joselito -que tenía una cabeza privilegiada para la lidia-, solo recibió cinco cornadas, incluida la correspondiente a su bautismo de sangre -aún novillero-, ninguna grave salvo la definitiva. Mientras que Manuel, con un toro más pequeño, recibió 27 cornadas -tres de ellas graves, además de la mortal-. Y una más: José solicitó que llamasen al doctor Mascarell y, la gente cercana a Manuel, al Dr. Jiménez Guinea.
Por lo que conoce, ambos fueron infelices en sus relaciones amorosas. Los dos murieron solteros y sin descendencia. A José se le reconocen al menos tres relaciones amorosas, la más seria con una hija del ganadero Pablo Romero. Por su parte Manuel, nunca hizo publica su convivencia con Lupe Sino. Su pasado republicano y matrimonio previo con un dirigente popular producía un gran rechazo en los círculos próximos al torero.
Una ultima curiosidad, es que las madres de ambos espadas veraneaban en San Sebastián. La señora Gabriela, en 1914, cuando José cayó herido en Bilbao; y, la madre de Manolete cuando su hijo murió en Linares.
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