Recién salido de la cornada que días antes sufrió como novillero en Bilbao, cuenta su biógrafo Gustavo del Barco que se traslada el torero a “La Marmoleja”, la finca de la familia Moreno Santamaría, para reponerse y terminar de prepararse.
“La alternativa se impone –escribe del Barco–. Si la etapa novilleril es en los toreros tránsito de aprendizaje, Joselito, que lo sabe todo, no tiene en ella nada que hacer. Las corridas toreadas en lo que va de año y la toreada últimamente en Madrid sobre todo, tienen admirados a los públicos. Es como torea José, pero es, también, como dirige la lidia, como manda cuando debe mandar, en el segundo día, como manda cuando debe mandar, en el segundo exacto; con qué tranquilidad y con qué sosiego anda en la plaza, cómo conoce los toros… Definitivamente, se piensa en la alternativa”.
Se había pensando en principio en la fecha del 15 de septiembre en Madrid, pero la cornada de Bilbao hizo que se retrasara hasta el día 27, con tan mala fortuna que ese día amanece lloviendo. La suspensión se impone. En realidad, no se piensa entonces en hacerlo en Sevilla; lo que pasa es más sencillo: ya como matador de alternativa, tenía contratada la fecha del día 28 para la Maestranza, por lo que lo se convierte de forma natural en la jornada de su paso al escalafón superior.
En principio, se había dispuesto que en la corrida sevillana fuera alternativado José Gárate “Limeño”, su compañero en la cuadrilla de niños sevillanos. Pero en esa fecha el torero se encuentra enfermo. Su lugar lo ocuparía Antonio Pazos. Los toros, los ya anunciados de Moreno Santamaría. La corrida, por cierto, duró cinco cuartos de hora.
Cuenta el cronista de “ABC” que la Maestranza congregó “escaso público”. El toro de la alternativa, que tomó seis varas, lo banderillearon mano a mano los dos hermanos Gallo, con gran lucimiento. Concluida la cesión de los trastos, Joselito realizó “una buena faena, dio dos pinchazos y dejó una estocada entera”. Ovación y vuelta al ruedo.
Por su parte, con el tercero de la tarde “Rafael, previa devolución de los trastos, hizo una monumental faena, en la que agotó todo su vasto repertorio de filigranas, para dar una estocada hasta tasa, perdiendo el trapo, y esto le obligó a saltar la barrera. (Ovación y delirio universal)”. El mayor de los Gallo también mató el cuatro, con el también “tiro de florituras”.
Con el sexto, “que era un mando de cuidado, después de una regular faena de Joselito, fue pasaportado por éste con un sablazo delantero y caído, que dio fin a la corrida”.
Por su parte, Antonio Pazos, que lidió 2º y 5º, dio la vuelta al ruedo con su primero y cumplió con su segundo. Curiosamente con la reseña que publica “”ABC, nada entusiasta por el resultado del festejo, concluye con estas líneas: “Los hermanos Gómez fueron sacados a hombros”.
En cambio, mucho más explicito se Gustavo del Barco, que narra que el toro de la alternativado “es lidiado magistralmente por Joselito. La faena, iniciada con un cambio a muleta plegada y seguida con naturales y de pecho, la corona el nuevo doctor citando a recibir. El segundo tercio, a cargo de los dos hermanos, ha sido inenarrable”.
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