VALLADOLID. Última de feria. Casi lleno. Seis toros de la Casa Matilla, cinco con el hierro de Hermanos García Jiménez y uno (4º) con el de Peña de Francia, dispares de presentación, pero muy manejables, el mejor el 3º. Curro Díaz (de rosa y oro), ovación y una oreja. David Fandila “El Fandi (de grana y oro), dos orejas y una oreja. José Garrido (de aguamarina y plata), dos orejas y una oreja.
El Fandi fue atendido en la enfermería de un "puntazo en la axila izquierda que afecta piel y tejido celular subcutáneo”, que le impidió acompañar a José Garrido en la salida por la Puerta Grande.
Final de feria. Y no se puede decir, como en las etapas mas comerciales, que llegaron las rebajas. Eso sí, la Presidencia se mostró especialmente magnánima, que al fin y al cabo hasta el próximo abono queda un año. Siete orejas en seis toros, que sube la media aritmética del ciclo.
La corrida que trajo el empresario de su propia finca cumplió sobradamente. Ha tenido el buen cuidado de elegir seis toros más hechos que los de días anteriores, en el que sólo bajaba un tanto el 6º. Luego resultó muy manejable para los espadas, con un buen 3º, pero con 5º con un problema en la visión.
Curro Díaz llegó a Valladolid con evidentes signos bien visibles de la soberana paliza que había recibido el día anterior en Tarifa (Cádiz). Pero no desaprovechó para dejar constancia del buen momento que atraviesa. Especialmente con el 4º toreó despaciosamente y con clase, tanto con el capote como con la muleta. A resaltar los muletazos con los que inició su trasteo, de una gran torería.
“El Fandi” sigue siendo el de siempre. Un portento de facultades, incansable siempre. Muy entregado de principio a fin con el 2º, compaginando el toreo fundamental con los adornos secundarios. Aunque la espada cayó baja, no fue obstáculo para que el palco sacara dos pañuelos. El que hizo 5º pudo darle un disgusto por la fea manera en la que le volteó toreando con el capote. El granadino se repuso y siguió a su marcha, con una faena en exceso prolongada.
También en el coso del paseo de Zorrilla José Garrido ha puesto de manifiesto el gran momento que atraviesa. Cada vez con más calidad en el manejo del capote, sus dos faenas tuvieron momentos estelares y muchos momentos con su pellizco.
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