El origen de la cría y selección de reses de lidia está estrechamente ligado a los grandes ríos españoles. Todas las castas fundacionales fueron alumbradas en las grandes cuencas fluviales. En la cuenca del Ebro se desarrolló la casta Navarra; en la del Duero, la casta Morucha Castellana; en la del Tajo y sus afluentes, la de Toros de la Tierra; en la del Guadiana, la Jijona y en la cuenca del Guadalquivir, en su tramo final, las castas de Cabrera, Vistahermosa y Vázquez.
INFORME: Los actuales encastes

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