Ignacio Sánchez Mejías: tesis doctoral sobre su aportación periodística y literaria

por | 25 Jul 2014 | Literatura taurina

Diversas Universidades españolas han demostrado una especial sensibilidad por la investigación en materia tauromáquica, aunque el mundillo taurino parezca que vive a espaldas de estos esfuerzos intelectuales. Investigadores de distintas Facultades –Derecho, Letras, Comunicación, etc.– han aportado trabajos muy valiosos, que constituyen un verdadero ejemplo.

Ahora ser ha presentado una tesis doctoral realizada en la Facultad de Letras de la Universidad de Murcia por Susana María Teruel Martínez en la que  analiza la figura y la obra del torero y escritor Ignacio Sánchez Mejías (1891-1934), que fue protagonista de composiciones poéticas de autores como Rafael Alberti, Miguel Hernández, Gerardo Diego y Federico García Lorca.

Este trabajo de investigación, que ha obtenido la calificación de sobresaliente cum laude, se ocupa también de la actividad de Sánchez Mejías como periodista, labor que ejerció en La Unión, de Sevilla, en 1925, y en Heraldo de Madrid, en 1929, así como su papel como conferenciante en diversos lugares de España y de América.

El estudio analiza, por otra parte, la producción literaria sobre la trayectoria de Sánchez Mejías, en sus facetas de torero y de hombre de letras, así como de su trágica muerte, que inspiró a García Lorca la que se convirtió en una de las poesías más conocidas en todo el mundo.

La nueva doctora ha analizado también su obra literaria, con especial detenimiento en su novela La amargura del triunfo, que ahonda en temas como la corrupción en el mundo taurino y los sinsabores del torero.

Como  estudió hace unos años el profesor Juan Carlos Gil González, de la Universidad de Sevilla,  Sánchez Mejías saltó de espontáneo al ruedo periodístico en enero de 1925. Y llega de forma inespera, como consecuencia de una polémica nacida cuando, en protesta por haberse quedado fuera de los carteles debido al pulso que le enfrentaba a la empresa, decidió arrojarse al ruedo en el segundo toro de Agüero y banderillearlo con él vestido con un traje de chaqueta. La polémica se desgreñó en los medios, sobre todo en El Liberal y en Seda y Oro. Como recoge en su libro Andrés Amorós, al día siguiente el periódico La Unión anunciaba el desembarco del espada en la arena de la crónica taurina: “Sánchez Mejías va a hacer la autocrítica de su labor en las Plazas de toros, a la vez que el juicio respecto de la actuación de sus compañeros de carteles”.

Según el profesor Gil González, toda su labor como cronista coincide en el mismo esquema estructural. Comienzan por una pequeña introducción de lo más variada temáticamente; una parte central en la que se conjugan los datos “objetivos” con el comentario del cronista; y finalmente un párrafo de cierre que suele engarzar el final con el tema de la crónica.

El narrador no trata sólo de explicar qué ha pasado en una tarde de toros sino también cómo y por qué ha ocurrido. Para ello, Ignacio Sánchez Mejías le concede una gran importancia a la presentación y comportamiento de los toros, de ahí que no haya ninguna crónica en la que no se haga referencia a este aspecto. “El resultado que se presenta ante el lector es un texto unitario de difícil fragmentación, cuyo poder persuasivo engancha a los lectores transmitiendo la sensación de que están presenciando los hechos que son explicados. Además, en esta parte central de la crónica es sobresaliente la sinceridad con que enjuicia su labor. Jamás se elogia sin sentido y la mayoría de las veces se convierte en el más severo de los jueces”, opina el profesor sevillano.

Ignacio Sánchez Mejías emplea su habilidad en el uso del lenguaje para introducir elementos interpretativos, juicios de opinión argumentados así como comparaciones y afirmaciones contundentes. Y lo más importante, consiguiendo un texto que no chirría a los ojos del lector que obtiene siempre una diferenciación nítida entre información y opinión. Estas crónicas taurinas se adhieren, por tanto, a la nueva corriente impresionista cuyo magisterio ejerce sin parangón alguno Gregorio Corrochano. Algunos críticos siguen haciendo revistas de toros, como por ejemplo Don Criterio en El Liberal. Éstas, tras la irrupción de la nueva técnica, no son nada más que una huella decimonónica en las que sobresalen sólo los datos estadísticos de la lidia de los seis toros y una breve reseña de la actuación de los matadores. Sin embargo, Ignacio Sánchez Mejías apuesta por la innovación que era el camino emprendido por Mariano de Cavia y José de la Loma, “D. Modesto”.

En todos sus estos artículos convergen las virtudes literarias de Ignacio Sánchez Mejías: la digresión novelesca; el trazo naturalista, el esbozo entre lo folletinesco y lo dramático, la fascinación por el toreo como manifestación artística y la trascendencia ética y moral de éste. Estos textos periodísticos muestran el talento creador del autor, es decir, la filosofía de su invención, y pueden entenderse como una declaración de principios estéticos de los que participa el torero sevillano.

En los escritos de la vieja tipografía impresa Ignacio Sánchez Mejías también ha volcado su alma, su enorme emoción y sensibilidad. Su producción de periódicos es un conjuro, un encantamiento, una necesidad por contarlo todo, desde los triunfos y las alegrías disfrutadas hasta el dolor y los quebrantos padecidos”, opina el profesor Gil González.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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