Filosofía y Tauromaquia

por | 16 Dic 2011 | Ensayos

Tras su amplio recorrido por los trabajos de numerosos pensadores, Julia Rivera viene a concluir en su ensayo que “a la tauromaquia hay que concebirla como una unidad con sus diversas magnitudes. Y cada una de éstas hay que darla su correspondiente tratamiento y protagonismo. Su dimensión social no se remite únicamente a lo popular y lo festivo. De la misma manera que su proyección cultural no se queda en la estética y en el arte en general, sino que abarca toda una serie de valores existenciales dignos de sentir y analizar; dignos de vivir en la intimidad de cada persona”.

Y más adelante afirma: “La tradición, la ética y el simbolismo no se pueden perder. El ejemplo más reciente puede ser el festejo taurino que se ha pretendido ofrecer en Las Vegas, con rehiletes que se prenden al lomo del bravo mediante esas tiras autoadherentes que coloquialmente se identifican como “velcro”. Sin autenticidad y sin verdad, lo que se ha celebrado ha sido un espectáculo circense, anodino y patético sin ni siquiera rozar el adjetivo de “comercial”, pues la taquilla apenas facturó “tickets”.

Con agudeza remarcar Julia Rivera que “en plena corriente de coexistencia social, diversidad cultural, tolerancia, y respeto de identidades, una vez más el concepto de globalización, que todo lo absorbe, quiere imponer lo que se presume como una política correcta que quizá no sea nada más que otra rama –una más, ni mejor ni peor; ni la única- de la filosofía de la vida: el animalismo que pretende camuflarse con el fundamentalismo puro y riguroso de la ecología. Habría que recordar que tienen los hombres un máximo derecho, el de la libertad y, por ende, diversas maneras de entender la vida, diversas interpretaciones de existir y coexistir, y diversas concepciones del universo y la naturaleza. No existe ni existirá una directriz universal, absoluta, verdadera e incuestionable sobre lo que está bien o mal. No se pueden imponer unas únicas argumentaciones moralistas. De la misma manera que los animales no se pueden divinizar. Y el filósofo, como dice Francis Wolff “siempre tuvo el deber de analizar la realidad en toda su complejidad y de luchar contra las ideologías dominantes”.

 “Y, de la mano de Félix Moreno y Manuel Serrano –añade–, me gustaría añadir aquí una de sus frases: “Parece disparatado abrir al templo filosófico un ventanal taurino; pero si bien se mira, filosofar es pensar, buscar las raíces de las cosas, y se dice que filosofa quien conversa a solas, cavilando todas las posibles modalidades, todos los puntos de vista que puedan presentar un orden cualquiera de cosas”.

Para concluir escribiendo: “Deseo terminar esta exposición de la mano de quienes me han ayudado a iniciarla. José María Pemán puntualizó: “la Filosofía, cada vez definida más laxamente, consiste en inquietarse sobre las cosas, todas”. Este puede ser sin duda un punto de encuentro: el conocimiento y la comprensión (entendida como razonamiento). Y Enrique Tierno Galván dijo sencillamente: (…) “son los toros un acontecimiento que, en cuanto tal, lleva implícita la exigencia de definirnos ante él”. Ahora bien, para ello es necesario el saber, y éste llega con la ilustración. Todo se remite, pues, a un conocimiento de la Tauromaquia”. 

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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