Enrique Ponce, el torero que no pasa de moda

por | 27 Nov 2015 | Reportajes

A estas alturas de su carrera, Enrique Ponce ya se ha situado por encima del bien y del mal, lo cual no quiere decir que todo le resulte indiferente, sino que, sencillamente, nadie le discute su magisterio en estos 25 años como matador de toros. Bien puede decirse que ahora torea para su propio placer, movido por una afición demostrada desde niño y acrecentada temporada tras temporada. El año 2015 no ha sido precisamente una excepción en esta dinámica.

Festejos: 38 
Orejas: 61
Rabos: 11 

Lo comenzó temprana y triunfalmente, a comienzos de enero, en la Monumental de México DF. Y de ahí hasta Nimes, cuando la lesión que tanta lata le hadado, se han sucedido 38 tardes cada una con su historia.

Como en otras ocasiones, hizo doblete en Bilbao, con una segunda tarde convincente;  redondeó su presencia en Gijón;  cuajó una gran faena en San Sebastián y en El Puerto; estuvo enorme en Mont de Marsan… Así podría seguirse hasta llegar a la goyesca de Castellón por la Magdalena.

Sin acuerdo con la empresa para concurrir a San Isidro, en cambio se apuntó dos tardes a la Maestranza, de sus 38 corridas 29 lo fueron en ruedos con ferias reconocidas.

Según consta en las reseñas de las 81 faenas de su año taurino, su concepto del toreo se ha ido depurando, hasta llegar a esa serena suavidad de nuestros días, cuando el toreo fluye sin ápice de violencia, con la naturalidad de lo sentido. Si algo le ha fallado ha sido la espada, con la que en la actualidad no tiene la seguridad de otros momentos. Será cuestión de romper esa racha y volver a coger el sitio a la suerte. Pero en todo lo demás, mantiene un sello propio y distinto.

Siempre tuvo Ponce, desde tiempos juveniles, una buena capacidad para saber ver y entender a sus enemigos, empeño nada fácil, que hay quien se ha retirado sin alcanzar tales conocimientos. Lo que los años le ha añadido, desde la serenidad de quien se ha ido asentando en los parámetros del arte, es la naturalidad en medida mezcla con su capacidad para improvisar en la lidia, para 25 años después todavía poder sorprender a quienes le siguen.

En su caminar por libre, sin acudir al legítimo recurso de buscar “un primero” que abra terna, sigue manteniendo los alicientes necesarios para ser de presencia obligada en las grandes ferias. Y no se trata de un empeño fácil, cuando en su oficio eso de trabajarse  “la novedad” acaba por constituir toda una razón de contratación.

Demos por cierto que a estas alturas tiene toda lógica que espacie sus compromisos, sin maratones ni grandes puertos de montaña. No es el momento. Pero pese a ellos mantiene una regularidad –una responsabilidad, también–  encomiable. Quizá por eso, estamos ante un torero que “no se pasa de moda”.

 

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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