¡En junio y sin toros!

por | 14 Dic 2014 | Retazos de Historia

El conflicto que enfrentaba a los lidiadores hispanos y mexicanos se enconaba a medida que transcurrían los días. En el mes de junio comenzó con huelgas en diversos sectores productivos, entre las que sobresalían las promovidas por los mecánicos de feria, los basureros, los conductores de autobús, los camareros y los albañiles. Jueves memorables y domingos tradicionales transcurrían sin que la calle de Alcalá acogiese las habituales aglomeraciones de taurófilos.

Los aficionados deambulaban como alma en pena, de bar en colmado y de taberna en café, comentando la aparición del sindicalismo taurino de clase, antigubernamental y xenófobo. Apoderados, revisteros, huelguistas y toda la impar camarilla que merodeaba alrededor de los ases de la tauromaquia discutía, vociferaba, suspiraba y regañaba mientras pasaban los días sin encontrar una solución al problema.

El día 4 de junio se celebró con normalidad la tradicional Corrida del Montepío de Toreros en la nueva plaza de toros de Madrid, que en esa ocasión protagonizaron los tres estoqueadores huelguistas Domingo Ortega, Manolo Bienvenida y Rafaelillo con reses de Coquilla y en la que resplandeció el trabajo ofrecido por el diestro de Borox y el hijo de Bienvenida.

Esa misma tarde los novilleros Gil y Paco Godín se enfrentaron mano a mano en el coliseo de Carabanchel. Mientras, en la plaza de Tetuán de las Victorias trasteó Juanita Cruz acompañada de Joselito de la Cal y Ángel Soria. Esa misma jornada la actividad se extendió a los circos de Barcelona, Zaragoza y Palma de Mallorca sin la intervención de ningún coletudo de nacionalidad mexicana.

El 9 de junio el director general de Seguridad José Alfonso Mallol citó a su despacho al abogado de la Asociación de Toreros, Mateos de Mesa, a Antonio García Maravilla –en representación de la Asociación de Matadores– y a Cástulo Martín –en nombre de la Unión de Picadores y Banderilleros–, a quienes manifestó que el ministro de Gobernación estaba dispuesto a adoptar una amplia batería de severas medidas contra todos aquellos profesionales que se negasen a torear en compañía de los mexicanos que tuvieran la documentación en regla. Entre otras acciones coercitivas les amenazó con la retirada del permiso para lidiar durante un año. También enseñó las uñas a los empresarios, a quienes amenazó con clausurar las plazas de toros durante una temporada completa si no cambiaban de actitud.

En su defensa, los comisionados se mostraron en desacuerdo con la decisión gubernamental de traspasar la resolución del pleito tauromáquico desde la jurisdicción del Ministerio de Trabajo al de Gobernación. Finalmente, el director general de Seguridad manifestó que los siguientes días Armillita torearía en Murcia y Madrid en compañía de otros diestros españoles. En Teruel no permitieron realizar el paseíllo al espada mexicano, de manera que la función se resumió en un mano a mano entre Domingo Ortega y Curro Caro.

11 de junio: Corrida mexicana

Tampoco en la Corrida del Corpus celebrada el 11 de junio en Murcia fue posible recomponer las agrias relaciones hispano-mexicanas. La negativa de Jaime Noáin y Rafaelillo a pisar la arena pimentonera en compañía de Armillita motivó que la empresa sustituyese a los toreros españoles anunciados por los colegas aztecas Carnicerito de México y El Soldado, quienes pasaportaron con brillantez un encierro de la viuda del marqués de Villamarta. Por su parte, los subalternos completaron sus efectivos con únicamente cinco varilargueros mexicanos y uno español, a quienes las fuerzas de seguridad debieron proteger desde las afueras de Madrid y hasta los arrabales de Aranjuez. Por culpa de los intensos rumores que corrían acerca de la posible suspensión del festejo el público no llenó la totalidad del aforo, aunque sí saludó con fuertes aplausos la presencia de los toreros charros, quienes en correspondencia devolvieron las muestras de afecto saludando desde el tercio tras finalizar el paseíllo. Carnicerito de México y El Soldado cortaron dos orejas y un rabo cada uno y abandonaron el recinto a hombros.

Esa misma tarde de junio, en el coso de Las Ventas, Ortega y Bienvenida ofrecieron una excelente función de toros con motivo de la tradicional Corrida del Corpus Christi en una combinación que abría Antonio Cañero. El mismo día, coincidiendo con la primera corrida de feria de Granada, los espectadores, ya cansados de presenciar los malos resultados que les estaba deparando el festejo, cuando el quinto toro abandonó los chiqueros, comenzaron a vociferar con reiteración “¡Armillita, Armillita!”. Esa protesta tocó el amor propio de Niño de la Palma, que ofreció una faena llena de adornos temerarios, de espaldas y de rodillas.

El 13 de septiembre de 1936, se verificó una corrida de toros de la feria murciana (Curro Caro, Rafaelillo –una oreja–, y Maravilla con reses de Samuel Hermanos), promovida por Izquierda Republicana a favor de la organización Socorro Rojo Internacional. Antes de que comenzase el festejo un grupo de tropas milicianas abrió el desfile de las cuadrillas a los compases de la música de los himnos patrióticos. Esa misma mañana se había fusilado a veintisiete falangistas en el patio de la prisión provincial.

El 27 de septiembre se programó un festejo en Hellín (El Estudiante, Chiquito de la Audiencia y Curro Caro) en el que se estoquearon reses supuestamente de la Ganadería del Frente Popular[1], previamente requisadas a Coquilla. Antes de comenzar el espectáculo el público, puesto en pie, entonó La Internacional, gesto secundado por los propios espadas y sus cuadrillas.

 [1] El 28 de julio de 1936 se lidiaron en este ruedo seis novillos a nombre de las Milicias Populares, que en realidad pertenecían a la ganadería de Hidalgo.

El autor

Antonio Fernández Casado, empresario y escritor, que ha colaborado periodísticamente con numerosos medios como especialista en temas taurinos, es autor de los libros  de éxito, como: "Toreros de Hierro" (Diccionario de toreros vizcaínos); "Castor Jaureguibeitia Ibarra, Cocherito de Bilbao"; la "Guía histórica de fondas, posadas, hoteles, restaurantes, tabernas y txakolís de Bilbao" y “Diccionario Taurino Guipuzcoano” (de la plaza de toros de Arrasate al torero pintor Zuloaga). Con posterioridad ha publicado otros dos nuevos trabajos: “Bizkaia Taurina (Plazas de toros vizcaínas)” y “Zacarías Lecumberri. El estoqueador aventurero”. Referido al área empresarial, ha publicado el  “Manual práctico de dirección de hoteles, marketing y ventas online del siglo XXI”. Ahora tiene en preparación un nuevo libro taurino: “Garapullos por Máuseres” (Las corridas de toros en la Guerra Civil, 1936-1939), que publicará Editorial La Cátedra Taurina.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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