El toro mexicano de hoy, ¿cómo en la España de hace 40 años?

por | 3 Nov 2012 | Reportajes

Una de las ventajas de los tiempos modernos radica, informativamente hablando, en que las noticias se conocen en tiempo real y además se pueden contrastar todas las fuentes posibles, para así alcanzar una visión más realista. Si esta ventaja la aplicamos al momento actual que vive el toreo en México, se llega a la conclusión que. Más o menos, se dan como en la España en los años 60 y los años 70, cuando se vivió la gran batalla por la recuperación del toro. Hasta en las propias formas de contarlo, se leen a plumas independientes del país hermano y tal parece que se está leyendo la prensa española de aquella época.

Hasta en la propia Monumental de Insurgentes se le ha perdido el respeto al toro, como bien sufrió el propio Enrique Ponce en la inauguración de la llamada Temporada Grande. La ausencia de ese mínimo de trapío  indispensable que exige la autenticidad de la Fiesta ha pasado a ser moneda de curso legal.  Ya venía ocurriendo en años atrás; la diferencia básica es que hoy se denuncia públicamente y desde tribunas muy diversas.

A efectos dialécticos, vamos a dar por buena, sin meternos en más averiguaciones, el criterio de que en tierras americanas la crianza del toro de lidia tiene sus propias peculiaridades, influenciadas hasta por la climatología. Incluso puede asumirse la hipótesis que el trapío no puede alcanzar las cotas normales de España, tanto cuando hablamos de plazas de primera como cuando se trata de simples portátiles.  Sin embargo, en México también se han visto corridas más serias, bastante más serias; eso sí, siempre con carteles modestos. Es decir: el toro íntegro también pasta en sus dehesas.

Pero incluso aceptando todo esas singularidades, que no es precisamente poco, un cuatreño siempre será otra cosa que un utrero adelantado, lo mismo que un animal con sus defensas íntegras no podrá ser lo mismo que otro más arregladito.

Ahora las voces independientes critican sin rodeo la situación a la que se ha llegado. Y lo hacen sobre una base bastante sólida: en el país azteca hay excelentes aficionados, partidarios de la autenticidad del espectáculo y, por ello, del toro en su integridad.

“El estado de descomposición de la fiesta en México en estos momentos, lleva a muchos por el falso sendero de una aparente fascinación, pero también por el alucinante engaño de creer que estas mentiras, son absolutas verdades”, escribía en estos días un hombre tan solvente como José Francisco Coello Ugalde, a propósito de los últimos escándalos ganaderos. Y  a continuación añadía: “No permitamos más excesos. Mucho hacemos los taurinos por impulsar la fiesta, de alentarla. Con ella tenemos un auténtico compromiso moral, pero si los grupos de poder, como auténticas mafias, en un dos por tres desaparecen toda posibilidad de dignificación, simplemente y por decir lo menos: a la fiesta… ¡se la está llevando… la ching… el tren…!”

En los orígenes de esta problemática un componente importante es la propia estructura empresarial de lo taurino, reunido en muy poca manos, que además tocan todos lo palillos de esta gaita. Las concentraciones de poder nunca han sido buenas. Pero ya comienza a tomar cuerpo también la cuota de responsabilidad que corresponde a las figuras españolas, que allí reciben un trato excepcionalmente bueno, y a sus imposiciones a la hora de elegir las corridas a lidiar.

Las voces que piden la regeneración de la Fiesta van en aumento. Y al igual que en la España de hace 40 años, se hace bastante poco caso a sus reivindicaciones. Pero lo mismo que aquí se acabaron imponiendo los criterios de cordura y autenticidad que se reclamaban, no tiene por qué ocurrir de forma diferente en el país azteca. Y bueno será que así ocurra: la mixtificación de la Fiesta conduce de modo necesario a su decadencia. A este y al otro lado del Atlántico.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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