BILBAO. Octava y última de las Corridas Generales. Menos de un tercio del aforo. Todos de Miura, con mucha presencia, de desiguales de juego y fuerzas; el mejor, el 6º, con nobleza. Fortes (de marino y plata), ovación y silencio tras aviso. Juan Leal (de celeste y oro), vuelta al ruedo y vuelta al ruedo. Román (de nazareno y oro), ovación y una oreja.
Mérito tuvo mucho. Naturalmente, lo de Román con el que cerraba la tarde y el abono. El de Miura, cárdeno y grande como un tren, el toro con más cuajo de este abono, no regalaba nada en los primeros tercios; más: se mostraba hasta reservón. A lo mejor será por el buen puyazo que le dio Pedro Iturralde, la muleta la cogía con mejor aire e incluso con su punto de nobleza. El valenciano sacó el temple, que lo tiene, a pasear, por el pitón izquierdo de forma muy torera, alargando las embestidas y bien colocado siempre. nN conjunto de nota. El espadazo con el que coronó la obra tuvo su usía. Y todo sonriente, con una tranquilidad hasta inesperada en un torero tan joven que mataba por primera vez una corrida de Zahariche. Fueron 10 minutos muy intensos, con las mejores vibraciones. Importante paso el que ha dado este domingo Román.
Pero ya había dejado una buena tarjeta de presentación con su primero, al que Román entendió bien.. El valenciano le plantó cara, muy centrado, consistiendo a su enemigo y aguantándole sus miradas. Con mucha decisión, lo fue sacando adelante con una mano firme y una excelente técnica. Lo mató sin lucimiento, pero la llamada de atención había quedado en el ruedo, como luego se explayaría con el 6º.
Incluso los que apuntaba su blandura de manos, toda la corrida de Miura tuvo mucho respeto. No se comió a nadie, pero tampoco iba regalando embestidas pastiueñas, ni faciilidades. Muy en el tipo de la Casa, largos y muy hechos . Sin mayores alegría resultóel que abrió la tarde, siempre con un viaje corto y no fácil. Con mucha alzada el 2º, no se empleó en el caballo y metía la cara desigualmente a los engaños. Reservón y sin emplearse el 3º. Un torazo el 4º, veleto y largo, pero poco agradecido para el torero. Con buena dosis de peligro el 5º, otro de altos y largos. El que cerró la tarde, un auténtico mercancias de los grandes, irregular en los primeros tercios, llegó con nobleza al último tercio. En suma, una señora corrida de toros, exigente y siempre con la incógnita de sus actitudes.
Con el lote que menos facilidades daba, Fortes se mostró toda la tarde firme y muy decidido. Centrado y seguro, su actuación merece un respeto. Consiguió alargar las embestidas de su primero y a base de buena técnica se impuso al 4º. En uno la espada quedó baja, en el otro necesitó de dos pinchazos previos antes de dejar una estocada corta.
Una demostración de valor y de compromiso desplegó Juan Leal con su lote. Mejor con el 2º, muy entregado con el 5º. En ambos, trató de torearlos como si no fueran de Miura, sin arredrarse cuando pasaba por situaciones muy comprometidas. En los dos turnos, inició su faena en los medios, dejándoselos llegar con firmeza. La realidad es que a base de una exposición enorme tenía a los tendidos con él. Por eso le hicieron dar una vuelta al ruedo a la muerte de cada uno de ellos.
Los premios de la feria
Premio a la corrida más completa: Torrestrella
Premio Club Cocherito al toro más bravo: “Apocado”, de Torrestrella
Premio Hotel Ercilla al triunfador: Emrique Ponce
Premio Club Taurino al mejor par de banderillas: Iván García
Premio a la mejor estocada: Manuel Escribano
Premio al mejor quite: Andrés Roca Rey
Premios del Club Cocherito:
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