El nuevo «toro de Madrid», pasarse o no llegar, como en las 7 y media

por | 24 May 2017 | Temporada 2017

MADRID. Décimo tercera del abono. Lleno de “Ho hay billetes”. Toros de Núñez del Cuvillo, justos de  presentación, pero noblotes aunque desiguales de casta y poder. Juan Bautista (de corinto  y oro), silencio y ovación con protestas. Alejandro Talavante (de pizarra y oro), ovación y una oreja. Roca Rey (de marino y oro), silencio y silencio.

Parte Facultativo: cogido durante la faena de muleta al 5º de la tarde, Alejandro Talavante fue atendido en la Enfermería de “herida por asta de toro en tercio inferior cara interna muslo derecha, con una trayectoria hacia arriba y hacia dentro de 20 cm, que produce amplio despegamientos de tejido celular subcutáneo sin afectación de plano muscular.  Es intervenido quirúrgicamente en la enfermería de la plaza de toros. Se traslada al hospital San Francisco de Asís con cargo a la Fraternidad. Pronóstico reservado. Firmado: Dr. García Padrós”.

INCIDENCIAS: Primera tarde con gran ambiente fuera y dentro de la plaza. Un sector de aficionados coreó en varias momentos del festejo el  grito de “toro, toro, toro”.

¿Que se habrá rebajado 50, 70, 80… kilos de media? A ojo de buen cubero por ahí se andará. Es cosa de echar una mañana con el Excel y se sale de dudas hasta con decimales. Pero lo relevante es que hasta ahora la afición, incluido el ”7”, había venido aceptando razonablemente bien esa redefinición del toro de Madrid, que por lo demás era necesaria. El problema radica en que todo esto se mueve en márgenes muy cortos. Bien sabemos todos que un toro con hasta 80  kilos menos puede tener mas trapío más respeto un armario, porque los kilos no lo son todo.

La corrida de este miércoles, con el hierro de Núñez del Cuvillo, ha sido en bastantes ocasiones protestada, con la poca honrosa reclamación del “toro, toro, toro” cantado a coro. ¿Era para tanto? Pues según se mire. Y así, a lo mejor para evitar males mayores, por delante echaron uno de esos ejemplares que en el juego de las 7 y media no habría llegado: sin respeto por delante y a falta de hervor para alcanzar el remate preciso. Y el resto, se asentaba en límites razonable, igualados todos por su poco lucimiento ante los montados.

Pero como bien sabe un jugador, acertar exactamente en las 7 y media es complicado, como tan amenamente nos advirtió don Pedro Muñoz Seca por medio de Don Mendo, “no puede jugarse a ciegas”.

El desarrollo de la tarde  parece ajustarse bastante a esa tensa relación del no llegar y del pasarse. Por ejemplo, aparte de con mejor encornadura, el 2º y el 5º si es que necesitaran algo más a vista de un exigente, ahí estaba su mucha casta para tapar hipotéticas vergüenzas. En cambio, al 4º, un modelo de nobleza, le desmerecía por completo su falta de fuerzas. Algo no muy distinto ocurrió con el 3º: cuando nos quisimos enterar de sus condiciones razonables, ya se había rajado. Lo del 6º se sale de este razonamiento: simplemente se lesionó y no hubo otro remedio que abreviar por la vía de urgencia. 

En esas se ha movido la buena y noble corrida de Núñez del Cuvillo, que en otras plazas habría sido considerada como “un corridón”, pero que en Madrid apostó muy arriesgadamente por plantarse en las 7 y media. Eso fue lo que le perdió.

Poco se puso en valor la digna actuación de Juan Bautista con el disminuido cuvillo  que abrió su turno. Todo muy aseado, pero todo sin emoción, sin romper la monotonía. De nuevo le correspondió otro animal noble, pero en este caso la fuerza brillaba por su ausencia. Con lo cual, las circunstancias decidieron que su primer paso por Madrid fuera sencillamente grisáceo.

Cuando las cosas vienen de cara, también lo están en los sorteos. A Talavante del sombrero le salió el mejor lote, para beneplácito del respetable. En ambos se comprobó que el torero extremeño va abriendo un trecho cada vez mayor con los que le siguen en el escalafón. Y así a vuelapluma, todo lleva a pensar que uno de sus secretos radica en que no anda con probaturas ni historias: de inmediato se pone a torear. Y a torear en tandas que no miden el "tres y remate”, sino que van hasta donde pueden llegar. Como, además, anda tocado por la varita del temple, es un torero que no tiene costuras que coser. Quizá debió apostar un poco más con el 2º, que era excelente; eso que luego nos enseñó que era posible al pasar sobre la mano izquierda al 5º. Pero matices al margen, nadie le ha destronado por ahora del pedestal al que se ha subido.

Tampoco la suerte se mostro especialmente generosa con Roca Rey, que tanta expectación había levantado. En los alrededores de Las Ventas, como diría el maestro Ansón, “no se hablaba de otra cosa”. No estuvo cómodo con el 3º, que tenía sus teclas que tocar. Trató de remontar con el que cerró la función, con la mala fortuna que a las primeras de cambio el cuvillo se lesionara, quedando inutilizado. Como el personal es optimista, el comentario a la salida no era otro que eso de “habrá que volver el miércoles para verle”. Todo sea que los de don Victoriano del Rio estén por la labor.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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