«El Niño de la Capea» y su apuesta por ser figura

por | 24 Jun 2012 | Retazos de Historia

Parece que fue ayer. Pero la verdad es se cumplen ahora los 40 años de la alternativa de Pedro Gutiérrez Moya, “El Niño de la Capea”, uno de los toreos importantes que nos dio Salamanca en el último medio siglo.  Paco Camino, en presidencia “Paquirri”, le doctoró en el ruedo bilbaino de Vista Alegre. “Aquella tarde tuvo mucha repercusión. Tuve la suerte de ponerme primero en el escalafón. A raíz de eso, este primer año fue muy importante y yo pienso que cuando un torero toma la alternativa con la seriedad como la tome en Bilbao, y con las cámaras de televisión que hacen que te vea todo el mundo, pues fue el primer aviso de que podía funcionar como torero”.

Recordaba hace unos años el torero que “primer lanzamiento a nivel profesional fue en la oportunidad de la plaza de Vista Alegre de Madrid. Yo creo que Domingo Dominguín me puso en la primera novillada a través de recomendaciones, de amigos que le daban la daban vara, que es lo que hay que hacer al principio. Pero una vez que me puso en la primera se convirtió en un partidario mío y todas las novilladas que dio de la oportunidad no solo en Madrid, si no en todas las plazas que llevaba entonces Pontevedra, El Escorial, Cuenca etc.. en todas me anunció y me puso a hacer pareja con Roberto Piles”.

A los pocos meses, otra Vista Alegre, en este caso la de Bilbao, le da el espaldarazo como novillero con caballos.  “Fue la plaza que me apoyó en el escalafón de los novilleros con caballos, llegue a torear 17 novilladas solo en Bilbao y quizás fue la primera afición que me exportó fuera, creyeron en mí, por eso tome la alternativa allí”.

A partir de esa tarde irrumpió con fuerza en el escalafón superior. Pero a raíz de esta fulgurante llegada, se levantaron algunas suspicacias. En especial, la de un empresario que se empeñaba en defender que Pedro era “un calco de Paco Camino", quizás porque militaba también en la Casa Chopera. Y siendo prácticamente un crío, no le faltó casta como para contestarle que "acabará pagando más por el calco que por el original". Acabó teniendo la razón.

Si algo le caracterizó ya desde esta primera hora era, precisamente, ese afán de superación. Un ejemplo: recuerda el torero salmantino cómo su primera tarde en la Monumental de México le echaron un toro al corral, pero  continuación añade:  fue muy importante para mi carrera que me echaran aquel toro al corral, porque ocho días después corté mi primer rabo en la México. Aquella experiencia  en vez de hundirme lo que hizo fue estimularme mucho más y pensar que había que dar la cara”.

Y probablemente en esa templanza de ánimo radicó su mayor secreto para mantenerse siempre ene primera línea. “Para un torero el día a día es muy duro, ya que es una incertidumbre total, nunca sabes lo que te va a ocurrir mañana, ni lo que te va a deparar el destino. Tienes que estar siempre preparado y mentalizado para esperar lo peor, incluso la propia muerte tienes que asumirla. Pero sobre todo tienes que ser consciente de que el fracaso está a la vuelta de la esquina. Y solo aquellos que tienen amor propio y verdadera vocación de ser toreros, son los que más duran en esta profesión porque saben que todo es efímero, que tanto los triunfos como los fracasos pasan y que lo importante es ser consciente de que uno está haciendo lo que le gusta y a lo que quiere dedicar su vida”.

Pero para que todo eso se haga realidad,  el salmantino estaba convencido que su vida profesional tenía que ser una apuesta permanente. “Hace falta que uno se demuestre a sí mismo todo eso que dicen de uno. A lo largo de tantas corridas le has podido demostrar a mucho a la gente, y el que haya sido inteligente te ha visto las virtudes y los defectos. Pero lo importante es que uno así mismo se tiene que demostrar cosas y se tiene que quedar satisfecho con lo que ha hecho y con su carrera y sentirse orgulloso de haberse dedicado a esta profesión”. 

Apóyanos compartiendo este artículo:
Taurología

Taurología

Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.