El Juli, el poder de la regularidad en el primer circuito

por | 14 Nov 2015 | Reportajes

Sin duda ha serenado su concepción del toreo, quizás porque eso de andar todo el día peleando contra los molinos de viento no nunca le ha sido el clima más propicio. Como debe reconocerse que ha tenido una campaña plena de regularidad, con momento de verdadera importancia, tal que Bilbao, los seis toros de Cáceres o la feria tan rotunda que ofreció en Zaragoza, sin olvidar aquel día de junio en el que revolucionó a la lisboeta plaza de Campo Pequenho, por citar cuatro casos muy diferentes entre sí.

Festejos: 38
Orejas: 66
Rabos: 2 

El caso de las Corridas Generales de Bilbao puede ponerse como exponente y ejemplo, aunque también fuera con otro garcigrande predecible. “En cuanto cogió la espada y la muleta se fue a los terrenos del toro, a esos que el animal se quiere guardar para sí sólo. A partir de ahí, no se sabe bien si recitó una sinfonía o una marcha triunfal, o las dos cosas a la vez. No dejó de tocar ni un solo palo de los posibles, desde los naturales largos y a cámara lenta hasta los muletazos encadenados sin mover las zapatillas del final. Desde luego, fue algo grande”, se contó en estas páginas acerca de su faena a ese 5º de la tarde, del que luego la Presidencia le negó la segunda oreja, que merecía.

Puede entenderse aquella tarde como un muestrario de la tauromaquia de El Juli en esta etapa: toreando muy de verdad, jugándose sin cuento los muslos, sometiendo al toro de una forma rotunda y, además, plena de la mejor torería.  Suele ser la etapa dulce y gratificante que las figuras atraviesan cuando han llegado a su propia cumbre. Y frente a ellas, unos buscan pausar sus esfuerzos, fuera ya de la exigencia competitiva, y otros prefieren mantener una sintonía alta en el día a día. A este segundo grupo se ha apuntado, al menos por ahora, El Juli.

De hecho, que de las 38 tardes de 2015 en que se ha vestido de torero en Europa 34 lo hayan sido en plazas del primer circuito no deja de ser todo un signo de autoridad y de exigencia. Y en ese maratón, ausente voluntario de Sevilla,  se le negó Madrid: se estrelló tanto con la deficiente corrida de Victoriano del Rio para la Beneficencia como con la desigual de Alcurrucén, en la que una joya llamado “Jabatillo” consagró a Castella.

Pero algo debe fallar para que un día tras otro aparezca en medio de una discordia, no hay charco en el que lo metan. Y así, mal llevó su pleito con Sevilla, en un movimiento solidario que la afición no entiende, o a la que nos e le explicó de forma debida. Pero uno de las cosas que más falla, muy probablemente radica en que se empeña en aferrarse a tres o cuatro ganaderías predecibles, sin salir de ese marco. Una estrategia que minusvaloriza su papel y cansa al aficionado, que se  siente privado de ver al buen torero madrileño explayarse con una mayor diversidad de encastes.  Y eso nada tiene que ver con la pretensión de que se decida a matar la camada entera de un hierro duro. Fuera del toro impredecible también quedan opciones para salir del monoencaste.

En este sentido, el ya tristemente célebre toro de Garcigrande en Pamplona –que al criador le ha supuesto quedarse fuera de los próximo sanfermines– le ha marcado en negativo, amplificado como fue a través de las redes sociales a nivel mundial. Sin embargo, ese rasero no resulta exponente de la globalidad de su temporada. A propósito de su ultima comparecencia en la México, Gloria Sánchez Grande ponía el dedo en la llaga en estos días, cuando recordaba que en el día de hoy ocultar las realidades supone empeño imposible: cuando una corrida es impresentable, como fue la de Fernando de la Mora, no hay forma humana de tapar semejante fiasco. Hoy la verdad de los hechos resplandece, incluso cuando se tratan de ocultar.

Puede ser comprensible que un torero no busque situarse en posiciones límites siempre y en todos los lugares, entre otras cosas porque resulta imposible: cada plaza tiene su propia personalidad respecto al toro de lidia. Pero sin necesidad de calificarlo todo como gesta, El Juli tiene capacidad y poderío para, desde la normalidad –sin necesidad de "alimañanas"–, salirse de esos excesos de mimos y cuidados. Es más: tal estrategia le perjudica. Pero, naturalmente, cada torero tiene su propio librillo, al que trata de ajustarse. 

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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