Las elecciones locales y autonómicas del 22-M podrían tener un menor impacto, a favor o en contra, de los intereses de la Fiesta que los propios resultados globales, que marquen cuál puede ser el futuro inmediato del actual Gobierno de Rodríguez Zapatero.
En efecto, puede ser más trascendente para las preocupaciones taurinas si el actual Gobierno de España queda en posición precaria o se mantiene como hasta ahora, que los propios resultados específicos que se den en cada autonomía o en cada Ayuntamiento.
En esta previsión influyen varios factores. El primero y principal, que las soluciones a las preocupaciones fundamentales dependen del Gobierno de la nación. Es el caso, por ejemplo, del traspaso de las competencias taurinas del ministerio de Interior al de Cultura y las modificaciones regulatorias que con ello se podrían llevar a cabo; pero también de la petición a la UNESCO de la declaración de la Fiesta como Bien Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Pero también influye el hecho de que las posibles alternancias que se den en autonomías y corporaciones locales no son, en la mayoría de los casos, relevantes de cara a la situación institucional de la Fiesta. En este sentido, conviene tener en cuenta algunos casos.
Cataluña: Sin elecciones autonómicas, el caso de las elecciones locales resulta indiferente, en la medida en que la regulación taurina ha sido asumida íntegramente por la Comunidad Autónoma.
Andalucía: También sin elecciones autonómicas, los efectos de las locales será de orden menor, en la medida que buena parte de las plazas o son de propiedad privada o no tienen en el horizonte procedimientos de adjudicación. Como en otros puntos del país, sí pueden influir los resultados muy locales, en el sentido de apoyar más o menos la celebración de festejos con ocasión de las fiestas patronales.
Madrid: Un cambio de relevancia con relación a la Fiesta en la autonomía madrileña va a depender de dos factores principales: si en las elecciones autonómicas se produjera un vuelco o si, manteniéndose la actual mayoría de Gobierno, la Presidenta mantiene o no a su actual Vicepresidente, Ignacio González en el cargo, al que corresponden las competencias taurinas.
En el primer supuesto, la política taurina puede sufrir modificaciones, quedando ésta más línea con lo que ocurría en la etapa de Joaquín Leguina. En el segundo, si se mantiene en el cargo a González, todo va a seguir como hasta ahora (adjudicación directa a un gran empresario, control del Consejo de Asuntos Taurinos, política con respecto a las otras localidades de la comunidad, etc.); si no se le mantiene, es posible que se produzcan cambios, si releva a los actuales responsables del Consejo. Y en cualquiera de los casos, el termómetro sobre continuismo o cambio vendrá dado por el pliego de condiciones para la adjudicación de la Plaza de Las Ventas. El otro cambio hipotético radica en la atención que la televisión autonómica preste a la Fiesta.
País Vasco: Sin elecciones autonómicas, los resultados que se den en Bilbao tendrán una incidencia muy de orden menor; en cambio, pueden ser más relevantes en los casos de San Sebastián –pendiente de una solución definitiva para la Plaza de toros, tras la sentencia que modifica el régimen inicial a favor de Oscar y Pablo Chopera– y de Vitoria –donde la institución local correspondiente acaba de producir cambios en la gestión taurina–.
Cantabria: Una alternancia en la Comunidad y/o en el Ayuntamiento de Santander no hace previsible cambios importantes en el régimen taurino, que a lo largo de los últimos años no ha planteado dificultades mayores para el entendimiento entre las fuerzas políticas.
Asturias: Asentada en suelo firme la plaza gijonesa del Bibío, el cambio que puede más afectar es una alternancia en el Ayuntamiento de Oviedo, que en los últimos años se ha desentendido bastante del asunto.
Castilla León: Prácticamente concluido el desarrollo normativo del Reglamento autonómico de 2008, la hipótesis de cambios dependerá más de la composición del nuevo Gobierno –en concreto, de quien sea la persona que ocupa la Consejería de Interior— de los resultados de los comicios.
Castilla La Mancha: Así como parece muy improbable que una alternancia de Gobierno autonómico produzca efectos relevantes en el ámbito taurino, mucho mayor impacto tendrá la política que el futuro Ejecutivo marque con respecto a la televisión autonómica. Como se sabe, este medio público constituye, con sus pros y sus contras, uno de los pocos bastiones que quedan a la Fiesta en el panorama de los medios de comunicación de titularidad pública. Pero también tiene –haciendo la salvedad, también en este caso, de los pros y los contras—una influencia decisiva en la organización de festejos por toda la autonomía.
Aragón: Tanto en las elecciones autonómicas como en las locales, el impacto en el mundo taurino puede ser de orden menor.
Comunidad Valenciana: La alternancia en los principales Ayuntamientos puede tener incidencia respecto a las futuras adjudicaciones de las tres plazas capitalinas. En el ámbito autonómico, el Gobierno que salga de las urnas deberá concluir la elaboración y aprobación del nuevo Reglamento Taurino, actualmente en curso.
Extremadura: Si nos atenemos a lo que han dicho unos y otros, en el caso de los partidos con capacidad de Gobierno, no parecen previsibles cambios relevantes con respecto a la situación actual.
Murcia: No entra dentro de la probable que se produzcan cambios relevantes con respecto a la situación anterior.
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