En el Congreso del European College of Sports Sciences, celebrado este mes en Barcelona, Víctor Zafrilla, Licenciado en Ciencias del Deporte y experto en preparación física en el Alto rendimiento Deportivo aplicada a la tauromaquia, ha presentado junto con los investigadores Nicolás Terrados –investigador que trabaja para el Comité Olímpico Español– y del también investigador Carlos Mª Tejero, una interesante ponencia titulada "Frecuencia Cardiaca de un Matador de toros en entrenamientos y corridas de toros reales".
Se trata de la primera ponencia que sobre la demanda cardiaca de un torero se presenta en un congreso científico a nivel internacional. Por otro lado, el hecho de que haya sido aceptado un tema taurino para presentarlo en Barcelona aumenta su relevancia.
El Congreso del European College of Sports Sciences está considerado como más importante a nivel internacional en el ámbito de la investigación en Ciencias del Deporte. En la edición celebrada en Barcelona reunió a más de 3.000 científicos y expertos de todo el mundo.
Para dicho estudio, Víctor Zafrilla midió la frecuencia cardiaca cada segundo en un matador de toros durante 24 situaciones divididas equitativamente en: tentaderos con vacas, toros a puerta cerrada y corridas de toros. Resumidamente, los resultados encontrados identifican la actividad física de torear como un ejercicio duro o muy duro en el caso de las corridas de toros.
De acuerdo con las conclusiones, únicamente en corridas de toros, la evolución de la frecuencia cardiaca fue muy similar y homogénea, además de estable y cercana a la frecuencia cardiaca máxima en la parte final de la faena. En el caso de tentaderos y toros a puerta cerrada la evolución de la respuesta cardiaca fue más inestable y heterogénea, dependiendo en gran medida de la condición del animal.
Esta ponencia está siendo ahora ampliada y completada por Víctor Zafrilla, que continua tomando datos de frecuencia cardiaca a matadores de todos en distintas plazas de 1ª, 2ª y 3ª categoría, de cara a la presentación de un estudio más extenso y representativo que será su tesis doctoral. Para esta investigación que aún está en curso, ha contado con la colaboración de más de 15 toreros, como Julián López "El Juli", Miguel Ángel Perera, Rafaelillo, Diego Urdiales, Alberto Aguilar, Antonio Nazaré o Sergio Serrano entre otros.
El objetivo que persigue con estas investigaciones se centra en la promoción de la tauromaquia en el ámbito de la investigación científica, que se conozca el esfuerzo que hace el torero en la plaza de cara a un mayor reconocimiento por parte del aficionado y sobre todo a la mejora, modernización, y especialización de la preparación física taurina.
La condición física para el toreo
Víctor Zafrilla Martínez, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte por la Universidad de Castilla-La Mancha y buen aficionado al mundo del toro, ha explicado que “se trata de un estudio sobre la variabilidad que tiene la frecuencia cardiaca en las distintas situaciones de actividad física que tienen los toreros y poder determinar qué elementos son los más influyentes en la alteración de la frecuencia cardiaca, así como poder establecer unos entrenamientos más específicos a los toreros que participen. Y claro está, un patrón físico característico del esfuerzo que realiza el torero en la plaza, igual que tienen todos los deportes”.
El trabajo se realiza mediante la colocación de unos pulsómetros de última generación, similares a los que utilizan en el deporte de elite, al mayor número de torero posible en situaciones tanto de entrenamiento del toreo de salón, como entrenamiento en tentaderos con vacas, entrenamiento con toros a puerta cerrada, o en situación real de novilladas y corridas de toros.
Según opina Zafrilla, hasta ahora los toreros no se preparan fisicamente de la manera más adecuada a sus necesidades físicas. “El toreo es una actividad física intermitente en la que se llegan a intensidades máximas y submáximas de actividad física, sufriendo además un esfuerzo mental muy alto. Por eso la preparación física y mental es fundamental. Desde siempre, ha faltado una metodología de entrenamiento adecuada basada en mitos y teorías sin fundamentar a lo largo de la historia del toreo, como por ejemplo cubrirse el cuerpo de plásticos para adelgazar, que es una barbaridad y totalmente contraproducente o la gran excusa de andar como medio de entrenamiento”.
En unas declaraciones a La Tribuna de Albacete, Victor Zafrilla explicaba que “para una persona joven, la actividad física de andar no constituye en ningún momento un entrenamiento adecuado, ya que con la intensidad que supone andar para un sujeto joven no se llegaría al umbral de entrenamiento adecuado para que tenga efectos positivos en su preparación. Se puede andar con otros objetivos como por ejemplo calentamiento o si es durante mucho tiempo para perder grasa, pero nunca como parte importante del entrenamiento. Sobre todo, lo que importa es un entrenamiento específico de cada actividad, un velocista tiene que entrenar velocidad, un maratoniano tiene que entrenar resistencia, y un torero tiene que torear y cuanto más toreé mejor preparado estará. Torear me refiero a realizar tentaderos, matar toros etc., ya que cuando entrenan toreando de salón el objetivo que buscan es plenamente técnico”.
Considera el investigador que para el toreo “no hay que entrenar mucho, hay que entrenar bien. El verdadero efecto del entrenamiento se logra en los descansos y en la alimentación. Sin embargo, poco a poco, se va consiguiendo que los toreros sepan más sobre entrenamientos, nutrición etc. Y que tengan un poco de "cultura deportiva" para poder esquivar esa publicidad engañosa que demasiado a menudo vemos en los medios”.
Aficionado práctico en sus ratos libre, Zafrilla considera que “para que un preparador realice programas de entrenamiento debe conocer muy a fondo la actividad física que se realiza así como el esfuerzo que supone, y aunque no sea imprescindible haber practicado esa actividad si te ayuda mucho para saber cuáles son las cualidades físicas que se necesitan para cada deporte”.
Ha explicado que “por la amistad que me une a varios toreros y ganaderos he tenido la oportunidad en varias ocasiones de "ponerme delante" y conocer de primera mano los requerimientos físicos y mentales que se necesitan para torear. Lógicamente no es lo mismo torear una vaca que un toro de 500 kilos en una plaza con la de las Ventas por ejemplo. Aunque ayuda mucho ser aficionado a los toros, por que en ocasiones te ayuda a entender tradiciones y «ritos» que si no eres aficionado te costaría entender”.
Desde su punto de vista, “dejando un lado lo que respecta a la fuerza y flexibilidad que está claro que deben disponer y son indispensables, pienso que una de las principales capacidades que tiene que tener un torero es la capacidad de recuperación entre tanda y tanda, ya que si no se recupera del esfuerzo sufrido durante la duración de la tanda de muletazos puede aparecer de una forma progresiva una fatiga tanto a nivel muscular como cardiovascular que le afecte negativamente a la técnica y a su fluidez y frescura mental , impidiéndole de esta manera estar bien delante de la cara del toro pudiendo llegar muy fatigado al final de faena donde pueda influir negativamente a la hora de entrar a matar”.
0 comentarios