Los número no engañan. Pero conviene tomarlos con unas ciertas precauciones, porque las obras de arte no se miden por su número sino por sus calidades. Con todo, la estadística nos permite intuir por donde van los aires del toreo.
En lo que a 2012 se refiere más que aires han sido vendavales. El escalafón no sólo ha sufrido los efectos de la crisis y su consiguiente reducción en el número de espectáculos; es que ha dado un vuelco, en la medida que las figuras –y nada digamos del G-10– han perdido posiciones en el escalafón y se han diluido entre los 25 primeros de la estadística del año. Una estadística, por cierto, en la que del número 1 al 25 se da la nada despreciable diferencia de 54 corridas.
No deja de ser significativo que quienes ocuparon los 10 puestos en el escalafón en 2010 contabilizaran un total de 1.160 corridas, mientras que quienes han ocupado esas posiciones en 2012 se hayan quedado en 958. Esto es: 202 festejos menos, lo que representa un retroceso superior al 17 %.
Y que tan sólo 5 toreros hayan superado la cota de los 50 festejos hace años que no se daba. Pero que a partir de quien ocupa el lugar noveno no haya pasado de los 40 contratos y que del 17 para abajo se quedaran por debajo de los 30, ya es aún más inédito.
Tampoco ha sido lo usual que quien lidera el escalafón por tercer año consecutivo, que es El Fandi, entre 2010 y 2012 haya disminuido sus actuaciones en 20 tardes. Como llama la atención que El Juli y Perera hayan reducido su campaña prácticamente a la mitad con respecto a hace dos años.
Pero antes que los números, lo que llama la atención es que entre los 25 primeros hayan aparecido un buen número de nombres hasta ahora ausentes de esos lugares del escalafón. Es el caso, sobre todo, de Iván Fandiño y de David Mora, que se aúpan al grupo de los cinco primeros.
Caso a parte es de Juan José Padilla, que no es que haya incrementado su número de corridas, es que ha cambiado de categoría: de moverse en el entorno de las 40 tardes en la pasada temporada superó la 70. Es el único caso, en el grupo de los principales, que tiene un incremento neto, que además es muy notorio.
Y qué decir del G-10. El trastazo que se han dado, entre la crisis y los derechos de imagen, es de aúpa: en 2012 han pedido 240 contratos si lo comparamos con lo que ocurrió en 2010 y que son 172 en referencia a 2011. Y de ellos, tanto cuatro han entrado en el TOP-10 de los matadores de toros y dos se han quedado fuera hasta el TOP-25.
En suma, el escalafón se mueve. En 2013 sabremos si, realmente, ha sido para bien. pero los cuadros que se incluyen a continuación son como para repensar la situación.
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