"Nosotros vamos a empatar, a que no nos cueste dinero la feria". La frase n puede ser más definitiva. Se la ha dicho el empresario de la plaza de Huelva a Luis Nieto, en el Diario de Sevilla. Y eso con los cartelazos que se han montado este año para las fiestas colombinas, no puede ser más significativo del momento que atravesamos. Sin duda, cuando ya de partida un empresario aspira a no perder, es como para pensar que algo ocurre en ese negocio.
Los datos son contundentes. La plaza de toros de la Merced de Huelva alcanza su mejor registro de abonados desde su reinauguración en el año 1984, con más del 70% del aforo cubierto y con el “No hay billetes” ya colocado para la tarde de José Tomás. Y la feria onubense está en boca de todos, con lo que ello representa. Pero para ello, la empresa se arriesga a asumir el presupuesto más alto de los últimos 15 años en la feria onubense. Y todo ello sin modificar al alza los precios de las localidades, que siguen igual que el pasado año.
Se dan incluso peculiaridades llamativas. Siendo una feria de agosto, resulta que las de sol han sido las localidades más demandas, hasta el punto que acabó estando íntegramente está abonado, algo poco usual en estos tiempos.
Sin duda, el tirón del abono se fundamenta en la presencia de José Tomás, cuando además esa tarde actúa mano a mano con un torero como Morante. Se le podrán poner pegas al cartel, por cuanto cada toreros se trae bajo el brazo sus tres toros de diversas ganaderías, sin entrar en el sorteo convencional. Desde luego puede decirse que es una anomalía, taurinamente hablando. Pero se ve que ese detalle ninguna influencia ha tenido en la taquilla.
En esta ocasión, según los empresarios, José Tomás ha suprimido de su fórmula de contratación el porcentaje sobre los nuevos abonos colocados, para ajustarse a un precio cerrado. Pero en cambio ha mantenido las otras condiciones habituales, la principal de las cuales es la dotación de la enfermería.
Cierto que el resto de los carteles se mantienen a buen nivel, que pasa a ser excelente con el anunciado pero imprevisible mano a mano de El Juli y Manzanares, pendiente de la recuperación del torero alicantino, y la encerrona del rejoneador Diego Ventura. Algo que anima, para bien de la economía local, a permanecer en la ciudad más día que el exclusivo en el que se anuncia José Tomás, sobre una vez que para asegurarse la entrada de ese día lo más normal es que se adquiera el abono completo del ciclo.
¿Qué han conseguido los empresarios? Entre otras cosas ir contracorriente. Lo usual ha sido tradicionalmente es que los veraneantes en las costas onubenses, que son muchos, prefirieran quedarse a la orilla del mar a coger el coche y desplazarse hasta la capital. En esta ocasión, va a ocurrir lo contrario; son muchos los que harán un alto en los días playeros para convertirlos en días taurinos.
Cuando con todos estos elementos a favor el empresario aspira a no perder dinero, quiere ello decir que la economía taurina queda fuera de los parámetros convencionales de las actividades económicas.
En este caso es muy posible que lo consigan, incluso que quede un beneficio aunque no sea relevante. Pero la alternativa que manejaban los empresarios era simple: o confirmarse a vender la mitad del aforo sin asumir riesgos, o asumirlos a cambio de poner el “no hay billetes”, aunque fuera beneficio 0.
Que las cuentas salgan en esta ocasión es un hecho inusual, muy dependiente del tirón, taurino y extrataurino, que tiene José Tomás. Suele ser lo excepcional, acostumbrados como estanos a ver carteles de figuras en los que si dividimos el número de espectadores por el toreros no se obtiene un cociente casi ni de mil personas.
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