El compromiso del poder civil con el fomento y protección de la Tauromaquia

por | 9 Feb 2014 | Documentos

Basta cotejar los antecedentes históricos, en los que se ponen de relieve como el espectáculo taurino siempre se ha movido entre la prohibición y la tolerancia, para comprobar que nunca hasta ahora el poder civil había dictado una norma con rango de ley para el  fomento y la protección de la Tauromaquia.

La primera Ley que en materia taurina se dicta fue la 10/1991, de 4 de abril, conocida como “Ley Corcuera”; fue una norma que dio sus frutos,  pero en este caso se trataba de un texto regulador desde el punto de vista administrativo de las potestades reglamentarias de la Administración en materia taurina y, sobre todo, es una Ley que da apoyo legal a las sanciones, que hasta entonces no tenían el sustento legal necesario.

Ahora, con la nueva Ley 18/2013, de 12 de noviembre, lo que busca es la regulación de la Tauromaquia como patrimonio cultural, para incorporarla de pleno derecho a todo el acerbo del  patrimonio histórico y cultural común. Por eso  se va mucho más allá, en la medida que se orienta, precisamente, al fomento y la protección del hecho taurino en su globalidad.

Así cabría resumir la tesis central de la conferencia que Juan Manuel Albendea Pabón, presidente de la Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados y uno de los principales impulsores de esta Ley, ha impartido en el Aula de Tauromaquia de la Universidad San  Pablo CEU y que su autor tituló escuetamente como “La Tauromaquia patrimonio cultural español”.

Recuerda Albendea en  su conferencia, que  el carácter cultural de la Tauromaquia es indiscutible y merece ser conservado como un tesoro propio de nuestro país. Y si es indiscutible el carácter cultural de los festejos taurinos, es evidente que en aplicación del artículo 46 de la Constitución, el Parlamento español estaba obligado a aprobar la normativa para su protección”.

Como se sabe, el referido artículo establece textualmente: “Los poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural y artístico de los pueblos de España y de los bienes que lo integran, cualquiera que sea su régimen jurídico y su titularidad. La ley penal sancionará los atentados contra este patrimonio” Luego ese mandato constitucional es de inexorable cumplimiento, les guste más a unos o les guste menos a otros.

Pero, por si alguien tiene alguna duda al respecto, Albendea nos remite a la Ley de Patrimonio Histórico Español, de 25 de junio de 1985, cuyo artículo 46 dice explícitamente: “Forman parte del Patrimonio Histórico Español los bienes muebles e inmuebles y los conocimientos y actividades que han sido o son expresión relevante de la cultura tradicional del pueblo español en sus aspectos materiales, sociales o espirituales”.

“Con esta definición categórica –señala Albendea– de lo que es patrimonio histórico no puede ser puesta en duda que en la misma se integra la fiesta de los toros”.

Como expresa la exposición de motivos de la nueva ley sobre la Tauromaquia,  el Presidente de la Comisión de Cultura del Congreso recordaba en su conferencia cómo la sociedad española es muy diversa y dentro de esa diversidad, encontramos grandes aficionados y a su vez muchos ciudadanos que han manifestado su preocupación por el trato que reciben los animales durante los espectáculos taurinos. “Conscientes de la heterogeneidad de la sociedad –afirma el diputado por Sevilla–, también debemos admitir que, actualmente existe un consenso en la aceptación mayoritaria del carácter cultural, histórico y tradicional de la Tauromaquia como parte esencial del Patrimonio, Histórico, Artístico,  Cultural y Etnográfico de España. Como tal es responsabilidad de los poderes públicos asegurar la libertad del creador y, en este caso, del desarrollo de cualquier expresión artística, como es la Tauromaquia y el respeto hacia ella”.

Es en ese contexto en el que toma todo su pleno sentido el Plan Nacional de Fomento y Protección de la Tauromaquia conocido con el acrónimo de Pentauro. Y en tal sentido, Albendea hace suyas las afirmaciones que se contienen en la nota expositiva que lo encabeza: “la nueva consideración legal de la Tauromaquia como patrimonio cultural justifica y propicia la intervención del Estado en defensa de una expresión relevante de la cultura tradicional del pueblo español, que todos los españoles tienen el derecho de disfrutar y ejercer en condición de igualdad, y no ya bajo los títulos habilitantes relacionados con la policía de los espectáculos públicos en su relación con el orden público y la seguridad ciudadana, sino bajo la habilitación general que otorgan los artículos 46, 44, 149.1 reglas 1ª y 28ª, y 149.2 de la Constitución para que el Estado asuma el fomento y la protección de la cultura y la garantía del derecho de acceso a la misma por parte de todos los ciudadanos”.

A partir de estas sólidas bases, el conferenciante va analizando los contenidos básicos de la nueva ley, para centrarse posteriormente en el análisis y sentido de las distintas propuestas que se contienen en el citado Pentauro.

Tiene la elegancia el autor de omitir en su conferencia toda referencia a su participación personal en el proceso parlamentario que dio a luz a la actual Ley, un proceso en el que estaba comprometido incluso desde mucho antes de que se promoviera la ILP. Pero resulta obligado recordar que, en unión con Pío García Escudero –hoy Presidente del Senado–, Juan Manuel Albendea ha venido siendo, y en ello sigue, el diputado más activo que a lo largo de las últimas legislaturas  ha trabajado a favor de la Fiesta.  Un diputado batallador donde los haya, que pese a saberse en precario en la aritmética parlamentaria cuando el Grupo Popular estaba en minoría en el Congreso, no dejaba de presentar sus propuestas. Y así,  lo mismo requería del Gobierno la normalización taurina en los medios públicos de comunicación, que instaba a la declaración de la Fiesta como parte de la Cultura. Entre lo uno y lo otro, a él se debe la inclusión de la reivindicación de la Tauromaquia en el programa electoral de su partido, al igual que se puso al frente de la ILP  a su paso por el Congreso y no la dejó de la mano hasta que se convirtió en Ley. Por eso, las consideraciones que en esta  conferencia, en la que acierta a conjugar la amenidad con las cuestiones más de fondo, tiene el especial interés de venir de uno de los protagonistas principales de todo ese proceso.

En el documento adjunto, en formato PDF, el lector encontrará el texto íntegro de esta conferencia.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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