El caso vasco no es el catalán

por | 28 Jun 2011 | Informes

En los ambientes taurinos avanza una sensación de pesimismo respecto al futuro de la Fiesta en el País Vasco, llegándose a equipar a lo ya ocurrido en Cataluña. Sin embargo, si se aborda esa cuestión con objetividad hay que reconocer que se trata de un caso sustancialmente distinto. Lo cual no quiere decir que todo vaya a ser un camino de rosas, pero desde luego en los actuales momentos no se corren riesgos como los que se viven ya en Barcelona con la abolición.
 
Y es así, en primer término, es diferente porque en el País Vasco su Parlamento ya se pronunció de forma clara sobre la Fiesta. Fue ahora se cumplirán 9 meses frente a una iniciativa de la versión vasca de Izquierda Unida. Entonces, la propuesta –que no tenía carácter legislativo– se rechazó.
 
En segundo lugar, y quizás como consecuencia de la decisión del Parlamento vasco, porque las últimas iniciativas prohibicionistas no tienen carácter general, sino que remiten a uno ámbitos municipales tan concretos como los de Bilbao y San Sebastián. Se trata de ámbitos institucionales que carecen de competencias administrativas para tomar decisiones de valor general para el conjunto del País Vasco, con muchas de cuyas localidades con festejos taurinos.
 
En tercer lugar, porque estas iniciativas se producen en escenarios tan dispares entre sí que no son comparables entre ellos mismos. En el caso de San Sebastián, se trata de una plaza que hoy es de propiedad municipal después de un enrevesado camino judicial y en el que forma parte de un complejo urbanístico más amplio, sobre el que la corporación debe tomar decisiones de futuro. En el caso de Bilbao, la propiedad no exclusivamente municipal, sino que es compartida con una institución privada, como la Casa de Misericordia. En el caso donostiarra, la explotación taurina se realiza mediante concesión administrativa; en el bilbaíno, el Ayuntamiento está integrado en la gestión.
 
Pero si, además, nos remitimos a la historia, se comprueba que los toros tienen un profundo arraigo popular. Y no precisamente desde hoy, sino que sin entrar en mayores divagaciones históricas consta la presencia de toreros vascos del siglo XIV en adelante, e incluso hay testimonios documentados de en ese mismo siglo la fiesta de toros era de “tradición inmemorial” en numerosas localidades vascas. Hasta la propia entrada del primitivo uro en la Península Ibérica se realiza, según distintos estudiosos, a través de las tierras vascas y navarras. [A estos efectos, en Taurologia.com puede se puede leer un amplio reportaje titulado: “Cien años antes las fiestas de toros ya eran una tradición. Las Corridas Generales se remontan al siglo XVIII”. ]
 
Y si miramos a la realidad de los últimos 30 años, se observa que el debate de los toros ha sido inexistente en el caso del País Vasco. Como tampoco ha sido caso de banderías políticas, de ninguna de ellas. Manifiesto quedó de forma palmaria durante la transición a la democracia. La fiesta de toros como patrimonio popular jamás se ha discutido, con independencia de cuál fuera su pensamiento. Ni en la izquierda abertzale –uno de cuyos dirigentes más populares hizo sus pinitos taurinos– ni en ninguna otra opción política. De hecho, las reticencias actuales de Bildu constituyen un punto y aparte de lo que las formaciones abertzales han mantenido hasta la fecha.,
 
Pero es más, sin el decidido apoyo del nacionalismo vasco, gobernante en el Ayuntamiento de Bilbao, no habría sido posible superar las serias dificultades serias que atravesó la plaza de Vista Alegre a finales de los años 70 y los primeros de la década siguiente. Y no sólo se superó, sino que se consiguió llegar a un escenario mejor que el anterior a la crisis: el número de abonados –propiedad se llama en este caso– es una confirmación plena.
 
En estos años, además, la capital vasca ha pasado a tener una magnífica plaza de toros, siguiendo lo que antes había hecho San Sebastián. Y un ciclo que era de alguna manera de orden menor, como es el de la preciosa plaza de Azpeitia, en un entorno natural de extraordinaria belleza, hoy está en el calendario y en la agenda de muchísimos taurinos y aficionados cuando se acerca la fiesta de San Ignacio.
 
Por eso, ahora, cuando algunos grupos denominados animalistas tratan de nuevo de introducir el debate antitaurino donde nunca lo hubo, resulta importante poner en valor la realidad de la historia, próxima y pasada, porque sin ella estaríamos fuera del contexto natural donde se desarrollan los hechos.
 
Pero dicho lo anterior, no por ello se pueden banalizar los envites que ahora se producen; por el contrario, es necesario tomarlas en consideración, para poder ofrecer unas respuestas inteligentes, que no sean meras descalificaciones. Y para ello, lo mejor siempre será que la respuestas vengan de la sociedad civil, no dejando que la carga de la argumentación se deslice hacia lo político.
 
Vayamos ahora a los últimos hechos, para ponerlos en su contexto propio, para así poderle dar una respuesta adecuada y proporcionada.
 
El caso de Bildu en el Ayuntamiento de Bilbao
 
En lo que se refiere a Bilbao, en estos días Bildu ha anunciado, como grupo municipal, impulsará la anulación de las subvenciones que financien las corridas de toros durante la legislatura vigente, además, de acuerdo con lo recogido en su programa electoral.
 
Esta iniciativa se anunció después de recibir al colectivo antitaurino y animalista de Vizcaya, que ha entregado a las concejalas del grupo abertzale –Helena Gartzia, Ana Etxarte y Aitxiber Ibaibarriaga– sus propuestas de eliminación de las corridas de toros y también de las exhibiciones "en las que se produce un maltrato innecesario como pueden ser las carreras de burros, cerdos y los concursos de pájaros cantores".
 
Bildu ha comunicado que impulsará que "se anulen todas aquellas ayudas y subvenciones que directa o indirectamente se puedan estar dando a instituciones para la financiación de las corridas de toros". Es lo que ha advertido la edil Helena Gartzia, al tiempo que ha considerado que "hay otras cosas mucho más interesantes e importantes que ésta".
 
"No es de recibo que en pleno siglo XXI se siga permitiendo la tortura de animales y mucho menos que ésta se subvencione con dinero público", añadió la concejala abertzale.
 
Otras de las propuestas planteadas por Bildu es la prohibición en todo el municipio de los actos que no garanticen el trato ético de los animales, así como la restricción de actividades violentas y crueles.
 
Asimismo, la representante del Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia, Conchi Reyero ha manifestado su interés por conocer el dinero que el Consistorio bilbaíno destina para financiar "no sólo las corridas de toros, sino el mantenimiento durante todo el año de la plaza de Vista Alegre", o las entradas que se regalan para "mantener un espectáculo que no interesa a prácticamente ningún bilbaíno".
 
Otro de los portavoces de esta agrupación, Enrique Florit,  ha agradecido a Bildu su implicación por "hacer suyas nuestras reivindicaciones". "Yo creo que es la primera vez que un grupo municipal se interesa de verdad por el maltrato animal, un reflejo de la sociedad en la que vivimos", ha afirmado.
 
Sin embargo, en este planteamiento de los animalistas bilbaínos se observan al menos dos lagunas. La primera es que ya en el pasado año, los mismos grupos renunciaron a promover una Iniciativa Legislativa Popular, con su correspondiente recogida de firmas. Ante la escasa viabilidad de la propuesta, optaron por realizar actos puramente simbólicos.
 
La segunda es más relevante y nace del simple desconocimiento de la realidad.  El coso de Vista Alegre no es de la exclusiva propiedad del Ayuntamiento, que es titular tan sólo del 50%: la otra mitad corresponde a una institución privada como es la Casa de Misericordia. Por tanto, la corporación no tiene el derecho exclusivo de tomar decisiones.
 
Pero es que, además, la plaza de Vista Alegre –que es la única de España en la que el abono no se resiente con la crisis económica– es hoy por hoy una plaza en beneficios, gracias a los cuales puede afrontar la financiación de cualquier inversión suplementaria que se haga para mejorar las instalaciones, que han sido diversas y muy beneficiosas para los aficionados. Y aún así, año tras año quedan beneficios a repartir entre la propiedad, que se destinan a fines humanitarios con probada eficacia.
 
El caso de San Sebastián
 
Pero escasamente una semana antes había sonado una señal de alarma con respecto al futuro de la Fiesta en San Sebastián, ante unas palabras un tanto ambiguas del actual alcalde, Juan Carlos Izaguirre, que también pertenece a Bildu.
 
Si se trata de buscar documentación fehaciente sobre este caso, el pronunciamiento más rotundo se localiza en una entrevista, publicada durante la campaña electoral por el diario “Noticias de Guipúzcoa”, en la que Izaguirre fue preguntado por el futuro de las corridas de toros en el complejo de Illumbe, contestando textualmente: “No lo hemos debatido, pero las corridas no se contemplan en el programa”.
 
Conviene recordar que el complejo de Illumbe, donde se ubica la actual plaza de toros, ha atravesado un complejo proceso judicial, ante reclamaciones de terceros no taurinos y por asuntos ajenos a la propia Fiesta. Como consecuencia del mismo, la propiedad de la plaza revertió al Ayuntamiento, tras indemnizar a la empresa propietaria, que había sido promovida en su día por Manolo Chopera. De hecho, en las últimos años la organización de la Semana Grande donostiarra se hizo ya en régimen de adjudicación administrativa, que se hizo a favor de la empresa regentada por los hermanos Pablo y Óscar Martínez Labiano –esto es: la antigua propiedad–, mediante un acuerdo que se prolonga hasta la temporada de 2012.
 
En ese contexto tan específico de rediseñar la utilización del conjunto del complejo de Illumbe, el nuevo alcalde declaró en concreto: “Tenemos muchas ideas,  como construir oficinas o un albergue, pero habrá qué escuchar a los ciudadanos”. Y fue tras realizar esta afirmación cuando se le preguntó por los toros.
 
Con lo cual, se puede concluir lo verdaderamente seguro es que en el programa municipal de Bildu no se contemplan las corridas de toros en el complejo de Illumbe. A partir de ese punto, cabe deducir que esta decisión formaría parte de una consulta popular más amplia acerca de cuál debe ser el destino final del conjunto del complejo de Illumbe.
 
Pero, por otro lado, ahora se abre una incógnita paralela que, aparte de lo que pueda tener de significativa para el futuro, se refiere a un caso específico: el anterior Ayuntamiento donostiarra se había comprometido a hacerse cargo de los gastos que genera el arreglo del dispositivo técnico para abrir y cerrar la cubierta del coso, así como del dinero necesario para poner en debido funcionamiento las instalaciones, además de ejecutar un plan específico de transporte público cada año. Se trata de dos aspectos que ahora la nueva corporación tendrá que afrontar.
 
De estos aspectos surge en parte la inquietud que reina entre los sectores de aficionados, en la medida que están pendientes decisiones que afectan al normal desarrollo de las corridas de agosto, como son la cubierta y el transporte. De forma, que si en la Corporación municipal existiera un propósito de obstruir el normal desarrollo de la feria taurina, siempre podría acudir en primera instancia a anular estos compromisos.
 
Pero la decisión final no está aún tomada. Además, resultará compleja de resolver administrativamente, como ha advertido el propio alcalde de Bildu. Y es que en el caso de la plaza de Illumbe se da una peculiaridad: para aliviar las arcas municipales, cuando el Ayuntamiento de entonces y Manolo Chopera pusieron en marcha este proyecto, se llevó a cabo una campaña de abonos en propiedad a largo plazo, cuyo abono se realizó por adelantado. En consecuencia, quien quiera modificar los usos de estas instalaciones, deberá tener siempre en cuenta que primero tiene que resolver el problema que le plantean los miles de aficionados que tienen derechos adquiridos para el uso taurino del coso.
 
Rechazo en el Parlamento
 
Pero si nos referimos al asunto de fondo, los promotores de estas iniciativas locales de Bilbao o San Sebastián parecen olvidarse que el futuro de la Fiesta ya fue resuelto en el País Vasco, y más en concreto, en su máxima institución representativa.
 
En efecto, en noviembre del pasado año 2010, el Parlamento Vasco ya rechazó mayoritariamente una iniciativa de Ezker Batua –la versión vasca de Izquierda Unida– que pedía reformar la vigente ley de protección de animales para eliminar la excepcionalidad que recoge en el caso de los toros. Tras la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que sacó adelante la Cámara de Cataluña prohibiendo la celebración de festejos, EB había presentado una proposición no de ley bastante similar salvo en el rango normativo, en la que pedía al Gobierno de que incluyera a los toros en el ámbito de protección de la ley de 1993, ahora excluidos.
 
En contra de la iniciativa prohibicionista en aquella sesión plenaria votaron en contra el Partido Socialista de Euskadi (PSE), el Partido Popular (PP) y Unión Progreso y Democracia (UPyD), el partido liderado por la parlamentaria vasca Rosa Díez. El PNV se abstuvo y el “sí” a la proposición contó únicamente con seis adhesiones:   las de Ezker Batua y Aralar. A diferencia de lo acontecido en el Parlamento catalán, en aquella votación no hubo libertad de voto individual y todos los grupos votaron en bloque.
 
A la vista de algunas iniciativas actuales, como la de Bildu en el Ayuntamiento de Bilbao, conviene que recordar que en aquella proposición no de ley EB aprovechaba también para reclamar que desapareciesen todo tipo de de ayudas y subvenciones públicas de apoyo y fomento a cualquiera de las actividades taurinas.
 
Respecto a la Fiesta y sus diversos espectáculos, el Parlamento Vasco también rechazó las dos enmiendas a la totalidad presentadas por el PP y el PNV. Los primeros querían que se garantizase la igualdad de los españoles en el ejercicio de su "derecho al acceso a la fiesta de los toros, como parte del patrimonio cultural y en todo el territorio nacional", y que cualquier modificación en este ámbito tuviera que hacerse en las Cortes.
 
Por su parte, los nacionalistas planteaban al Gobierno Vasco –del PSE y el PP– que presentase un proyecto de modificación de la ley de protección de animales que abordase, además de otras cuestiones, las "diferentes modalidades de espectáculos, festejos y tradiciones populares en que intervienen animales".
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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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