El martes tuvo lugar en el Palacio de El Pardo y presidido por los Príncipes de Asturias el acto solemne de entrega de los Premios Nacionales de Cultura en sus muy diversas modalidades. Todas menos una: la Tauromaquia.
Por desidia o por error, el ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha conseguido que la representación de la Tauromaquia no estuviera en este acto, cuya convocatoria se ha hecho tarde a destiempo.
Desde luego por falta de tiempo no hará sido, porque el equipo del ministro Wert ha tenido más de un año para hacer los preparativos de este Premio, que fue creado nada menos que en noviembre de 2011. Para disimular el fallo garrafal, en la convocatoria para el Premio, que se concederá el próximo viernes, el ministerio ha acudido al subterfugio de hacerlo corresponder a 2013, aunque se refiera a actuaciones habidas durante 2012. Una pura incongruencia: los Premios 2012, que ya han sido entregados, correspondían precisamente a ese Ejercicio.
De esta forma, pasará a formar parte de la siguiente hornada de Premios Nacionales y se disimula un poco la ausencia en el acto del Palacio de El Pardo. Para consolarse cabe pensar que en realidad no es el último y descolgado Premio de 2012, sino el primero que se concede en 2013. Por excusas que no quede.
Pero se ve que la rapidez no es una de las cualidades de ese equipo, porque en el acto del pasado martes se entregaron los Premios relativos a 2012 y los de 2011, que aún no se habían entregado y que lo han sido con dos años de retraso.
Los discursos
Refiriéndose a los valores culturales, en este acto el Príncipe de Asturias realizó un reconocimiento hacia los creadores premiados, felicitándoles y subrayando que su vitalidad, excelencia y pasión por crear "deben ser fuente de inspiración para el conjunto de la sociedad que lucha y se debate ante los difíciles retos del día a día", como debe serlo también su imaginación, energía y espíritu innovador para los jóvenes, que "buscan abrirse camino", y para todos los que "luchan por retomar una estabilidad económica y laboral".
Además, señaló que "la cultura de calidad contribuye de un modo extraordinario a reforzar la imagen y el prestigio de cualquier país en el mundo". "Os animamos a que sigáis creando con fuerza, con generosidad y con el genio y la pasión que os caracterizan, manteniendo siempre el buen nombre de España en primera línea".
"Esta imagen, sobre todo en las actuales sociedades de la comunicación y en un tiempo que se caracteriza por la fuerza y, a la vez, la vulnerabilidad de los estereotipos, es clave para lograr muchas metas tangibles que, a la postre, afectan e inciden en la economía, en el progreso y en el bienestar de las personas", recalcó.
Por su parte, el ministro José Ignacio Wert, después de felicitar a los premiados, aseguró que "el genio creativo español no se detiene, sino que en circunstancias difíciles, como las que estamos atravesando, se hace más agudo y combativo, lucha por poner su grano de arena en ese edificio que es la cultura española poniendo a contribución su aporte".
Destacando además que "el artista que llega a la meta es también el artista perseverante y dedicado, no el buscador del fuego artificial, del fulgor momentáneo, sino el perseguidor de la emoción duradera, del asombro, pero también de la serenidad, del genio, del oficio".
"La continuidad de la cultura como alimento que sacia las inquietudes, preocupaciones y anhelos del ser humano exige un compromiso y una valentía a veces inautida", insistió
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