El 6º toro de Daniel Ruiz ya estuvo en Arnedo el año pasado: un año después se lidió en Sevilla

“Corría el mes de marzo de 2011 (el año pasado) cuando en Arnedo tuvo lugar una corrida en la que seis matadores de relumbrón iban a dar cuenta de toros de otras tantas ganaderías, una de las cuales era Daniel Ruiz. El encargado de estoquear su astado iba a ser Alejandro Talavante, y para la ocasión se embarcaron dos ejemplares de los más bonitos de la camada, uno de ellos, "Dulzón-68", el otro, "Cazador-15". El primero de ellos, más cerrado de cara, fue el que finalmente se lidió, y al que Talavante cortó una oreja.

El otro volvió al "Cortijo del Campo", en Alcaraz, donde pasó todo el año 2011, y el invierno que lo puso en la actual temporada.

Por la presencia que lucía era más que improbable que su destino fuera un coso de primera categoría. Pero, como sorpresas te da la vida, resulta que el tal "Cazador", ya cinqueño, con algo más de cuajo que el año pasado, pero con el mismo perfil cómodo y "torero" fue embarcado para La Maestranza de Sevilla. Y, lo que resulta más sorpresivo, aprobado por los veterinarios ya desde el señalamiento previo en la finca. Vamos, como que ha sido el sexto de la tarde de hoy. El toro que, por ser de los más bonitos de la camada fue embarcado para Arnedo, rendía sus días en el dorado albero del Baratillo. Casi ná.

A mí de verdad que me gustaría saber cómo lo hace Curro Vázquez, porque lo suyo es de premio Nobel. Quizá a los aficionados no les gusten sus formas de funcionar, pero para un torero no hay otro igual a la hora de trabajar, no ya en el campo, sino en los reconocimientos. Por cosas así "Morante", después de haber cargado artillería contra los Rivera, se "arregló" con él para que fuera su apoderado.

Y todo esto, justo veinticuatro horas después de que en la corrida de "Torrehandilla-Torreherberos" los ganaderos tuvieran, para completar el encierro, que echar mano de dos toros, concretamente 2º y 6º, que estaban reseñados primitivamente para Pamplona.

Y ahora, que venga quien quiera y me cuente lo de la "uniformidad de criterios veterinarios", que me lo voy a creer… ¡¡¡durmiendo !!!”.