Un total de 96 matadores de toros se anunciaron en 4 o menos de los festejos organizados. De acuerdo con este dato, el 58,5% del escalafón en activo en realidad tan sólo ocupó el 12,8% de los puestos disponibles. En sentido contrario, los toreros que superaron las 20 corridas durante la temporada –el 14,63% del escalafón en activo– ocuparon un total de 844, lo que supone el 58,8% de los posibles. Esta especie de “pirámide invertida” se ha agudizado con respecto a la temporada de 2015 y las anteriores.
Es una de las conclusiones que pueden extraer del análisis de los datos que aporta una base muestral de 493 espectáculos mayores celebrado en plaza de España y Francia, cifra que sobre la misma muestra supone un crecimiento de 30 puestos en los carteles como consecuencia de la distinta naturaleza de los anunciados.
Son números y contrastes que vienen a radiografiar la realidad de los últimos escalones del escalafón taurino, un fiel reflejo de la dificultad creciente que se dan para progresar en la profesión, tanto entre los der muy reciente alternativa como en los de mayor antigüedad.
Muchos de ellos para mantenerse activos han optado por acudir a las ferias de menor rango en países iberoamericanos. Si nos atenemos a la estadística a 30 de octubre, salvo algunas excepciones esa fórmula facilita en una escasa medida el desarrollo profesional.
Por su parte, el segmento medio del escalafón –aquellos matadores de toros que han actuado entre 19 y 5 ocasiones—ha sido proporcionalmente el que más ha sufrido la crisis, con una pérdida de 67 puestos de los posibles. Especialmente acusado ha sido este retroceso entre aquellos diestros que se han movido entre 19 y 10 actuaciones.
Sin embargo, la realidad estadística que marca estas tendencias no siempre se corresponden con la dimensión propiamente taurina de cada uno de los profesionales. Y así, por ejemplo, incluso en el último escalón profesional se localizan toreros que tiene sus misterios que decir, aunque todavía no hayan tenido ocasión de exponerlos en público.
Por lo demás, la composición de la actual nómina de matadores de toros dista mucho de las cifras registrales. Y así, los toreros en activo han oscilado durante los últimos cinco años entre un máximo del 28,65% de los inscritos en 2010 y un mínimo del 19,75% durante 2016. De hecho, la proporción entre profesionales en ejercicio y los no ejercientes se mantienen alrededor de 1 en activo cada 5 no activos.
Pero esta reiterada desproporción entra dentro de la normalidad, porque incluso por simples razones sentimentales son muchos los profesionales retirados desea mantener la formalidad de la inscripción registral, o no han cubierto los trámites para causar baja.
►► Fuente documental:
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