HERRERA DEL DUQUE, (Badajoz).- Decimo quinta de la Gira de Reconstrucción. Novillos de Luís Algarra, con una guapa lámina y de buen juego. Rafael González (de gris plomo y plata), una oreja y dos orejas. Tomás Rufo (de verde botella y oro) una oreja y una oreja. En tarde muy desapacible, entrada minúscula: con el refrán podría decirse “la música y cuatro más”.
Incidencias: El festejo dio comienzo con casi una hora de retraso, para restaurar el ruedo muy dañado por la lluvia; al final, el piso de plaza aguantó bastante bien.
Tras la muerte del 3º de la tarde, en la enfermería de la Plaza fue atendido el diestro Rafael González de una cornada en el gemelo de la pierda izquierda; según la información facilitada por el equipo medico se trata de “cornada en la zona del gemelo, en el tercio interno, que afecta al tejido celular subcutáneo de cuatro-cinco centímetros. Además de una herida contusa en la zona. Se ha procedido a limpiar y suturar, y a aplicar un drenaje. No ha sido una cornada demasiado importante, no reviste gravedad. Irá a su domicilio”.
Ajenos al desaliento, que se decía en otros tiempos, combatiendo al virus los organizadores de la Gira trasladaron las novilladas desde Fuengirola a Herrera del Duque, un bonito pueblo de Badajoz, con una plaza bien dotada. Y a este paso van a poder darse todos los festejos anunciados. Los mexicanos y Chopera ya han anunciado que el próximo fin de semana habrá cita en Logroño; falta por saberse que dice el “Comité de Crisis” sobre los dos festejos mayores, con excelentes carteles, que fueron suspendidos en Aracena los días 30 y 31 de octubre.
Enhorabuena a Aurora Algarra: de “La Capitana” trajo una verdadera novillada. Sin exageraciones, como tanto se ha visto, sino con su trapío adecuado, pero seria. Y de un buen juego en su conjunto. Pedían que las cosas se les hicieran bien, pero luego respondían con generosidad. Pena de día, que no estaba para lucir sus cualidades.
Rafael González venía con el aval de hacer sido declarado el novillero más relevante de la temporada 2019 en Sevilla. Y de paso con el recuerdo más inmediato de una cornada en el campo, en el pasado verano. De lo primero dejó constancia en Herrera del Duque; de lo segundo, parece que lo tiene en el olvido. Probablemente interesa más cuando deja a un lado los alardes, porque en lo fundamental tiene buena cadencia. Si las circunstancias sociales y sanitarias lo permiten, se le ve ya muy hecho para pasar al escalafón superior.
También Tomás Rufo dejó constancia que su aldabonazo en Las Ventas no fue una casualidad. Su concepto relajado y muy templado sigue estando vivo. Hubo momentos verdaderamente de anotar en la libreta de los recuerdos.
Y ahora esperar que lluvia se marche de Extremadura, que este domingo tenemos sesión doble.
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