La Real Maestranza de Sevilla ha sacado a la luz dos libros de los que se hacen imprescindibles en una biblioteca taurina: El primero, dedicado a José Gómez “Joselito”, elaborado en colaboración con la Universidad hispalense; el segundo, sobre las antiguas estampas taurinas, con la Fundación de Estudios Taurinos. Dos trabajos editoriales muy diferentes, pero igualmente importantes.
En el volumen “José Gómez Ortega, Joselito. El toreo mismo” s realiza uno de los estudios mas pormenorizados, también originales, sobre la figura del coloso de Gelves.
Con Jacobo Cortines Torres y Alberto González Troyano como editores, en el libro se recogen a lo largo de 480 páginas los rasgos de la personalidad de José Gómez Ortega "Joselito", su tauromaquia, su ciudad y su figura, como motivo de inspiración para la fotografía, la literatura y otras facetas del mundo del Arte.
Mientras Jacobo Cortina aporta un interesante estudio sobre la literatura y su influencia en la figura de Joselito “El Gallo”, Alberto González Troyano profundiza en el personaje que quiso ser torero por encima de todo, dominando desde el campo hasta las plazas, pasando por todas las suertes del toro.
Pero este trabajo editorial también aporta puntos de vista poco estudiado, como el estudio sobre la Sevilla de la época, elaborado por Eva Pérez; el estudio sobre las imágenes de Joselito, obra de Teresa Gómez Espinosa; el análisis del toreo de la época, elaborado por José Campos, y el estudio del impacto de Joselito en las Bellas Artes, un trabajo de Fátima Halcón.
Según Jacobo Cortina, se hecho una selección de fotografías inéditas, “con archivos personales, como el de la nieta de Sánchez Mejías, con Joselito en muchísimas faenas en el campo; también el de Luis Rufino. Y, por supuesto, los archivos de la hemeroteca y de la Maestranza, con visita privada al Museo y su biblioteca. Éste aspecto gráfico lo hemos cuidado paralelamente al discurso literario”.
Como afirman sus editores, con este trabajo se concluye que Joselito ha sido
el “torero más importante del pasado y del futuro, porque es un caso irrepetible. Y por otra parte, la responsabilidad moral del personaje, de su entrega a su oficio. Cambia el mundo de los toros, con el proyecto de las monumentales. Y al mismo tiempo ese mundo interior de Joselito, con toda esa melancolía y tragedia que lleva el personaje dentro. Es un personaje fascinante. Un auténtico paradigma. Y, sobre todo, la obra posiblemente rompe con la visión tópica de Joselito”.
El volumen esta editado por la Universidad de Sevilla, en su colección Tauromaquia y se ven al precio de 35 euros.
Las estampas antiguas
Por su parte, con una edición de lujo y de primoroso diseño y prologoa para el Príncipe de Asturias, en “La estampa taurina en la colección de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla” investigadores reconocidos clasifican y estudian la colección desde distintas perspectivas, bajo la dirección de Pedro Romero de Solís, autor de la introducción y cuatro capítulos. Los restantes llevan las firmas de Alberto González Troyano, Carlos Martínez Shaw, Álvaro Martínez-Novillo, Vicente Lleó, Fernando Olmedo, Fátima Halcón, Carlos Abella y Sonsoles Díez de Rivera.
En el libros se cataloga toda la obra la casa maestrante, aguafuertes y litografías en todas sus variantes, desde la más antigua Corrida caballeresca (1578), obra del pintor flamenco y precursor del grabado taurino Jan van der Stradan, hasta los ejemplares románticos del XIX. Para la realización del libro se clasificaron y ficharon más de 600 estampas; unas, actualmente expuestas en el citado museo; otras, en sus Salas de Estampas de la plaza de toros y otras que se custodian en el archivo maestrante.
Son varias las series completas, pero la de mayor calidad artística es la Tauromaquia de Goya Impresos en Francia por Loizelet en 1876, estos grabados han ejercido un claro influjo en el mundo del toreo. Les preceden en importancia los aguafuertes en color de Antonio Carnicero sobre las principales suertes de una corrida de toros (1790) y la serie completa de Luis Fernández Noseret, del mismo año.
En el capítulo dedicado a las series románticas españolas sobresale Luis Ferrant y los sevillanos L. Mariani y José Chávez Ortiz, considerado este último el mejor litógrafo de la época, según Romero de Solís. En la estampa romántica francesa de corte taurino, Doré ocupa el lugar más destacado por su intensidad y refinamiento; Wilhelm Gail y William Lake Price, con bellos grabados ambientados en Sevilla, figuran en el apartado de las series anglosajonas. Hay otros capítulos que revisan otros aspectos de la fiesta de los toros, tal es el de las fuentes literarias en el inicio de la estampa taurina o el de la invención de la corrida de toros a través de los grabados.
Este amplio estudio sobre la estampa taurina recoge el tratamiento de la tauromaquia en el romanticismo francés, con un estudio de Vicente Lleó Cañal; Por su parte, Fernando Olmedo Granados repasa las series taurinas anglosajonas desde el siglo XVI al XX, quien en su famosa obra Paseíllo en la plaza de toros de Sevilla, donde plasma el desfile de toreros en una Real Maestranza de Caballería de Sevilla con el graderío inacabado, que permite la visión de completa de la Giralda y de la Catedral al fondo.
El estudio sobre estampas de plazas de toros, a cargo de Fátima Halcón, el aficionado se puede transportar a cosos como los de Sevilla y Madrid, estampas de los siglos XVIII y XIX, con preferencia de aguafuertes y litografías. Pero también resulta original el trabaja de Sonsoles Díaz de Rivero en torno a los traje de luces.
El recorrido culmina con un artículo en el que González Troyano trata la revista La Lidia (1882-1900), donde Daniel Perea, su hermano Alfredo, José Chaves y Ángel Lizcano plasmaron en excelentes cromolitografías la época de Lagartijo y Frascuelo.
Como ha escrito Pablo Ferrand, “la gran variedad de estampas, de todo tipo y tamaño, da para mucho y convierten este libro-álbum de tapas duras en un juguete delicioso. Algunas ilustraciones recuerdan las viñetas de las aleluyas populares. Es el caso de las editadas por la librería Solá de Barcelona en el siglo XIX, o la de los novillos embolados de fines del XVIII. Pero hay otras que son verdaderos cromos, entresacados de esta caja de sorpresas, y con esa idea se ha decorado la cubierta del libro, donde el cromo pegado en tela es una estampa de la plaza de toros. Como el papel de este volumen es en realidad lujosa cartulina, entran ganas de recortarla y montar una plaza de toros con todas las figuras o un teatrito con los personajes de Merimée, sino fuera por el respeto sagrado que le tenemos a los libros y su contenido”.
Editado por la propia Real Maestranza, el libro se vende al precio de 72.49 euros.
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