Madrid. Menos de un cuarto de plaza. Novillos de Murteira Grave, muy bien presentados aunque desiguales de juego. Pablo Santamaría (Blanco y oro, con cabos negros), silencio y silencio tras aviso. Daniel Nunes (rosa y oro), silencio tras dos avisos y silencio tras aviso. Jiménez Fortes (azul cobalto y oro), saludos tras dos avisos y vuelta al ruedo.
Para volver a Madrid, Murteira Grave trajo una novillada de excelente presentación, con cuajo y pitones. Una señora novilladas, de las que se ven pocas veces. Pero luego tiró hacia la falta de raza y no dio precisamente facilidades a los toreros; los mejores, 4º y 5º.
Grande le vino al ecuatoriano Pablo Santamaría, que se presentaba en Madrid. Explicable podría en el caso de su primero, de corto viaje. Menos explicable fue en el cuarto, quizás el más noble de todos los lidiados, en el que los muchos pases se fueron amontonando, pero sin decir nada
El segundo de la tarde se vino pronto abajo, por lo que los entonados comienzos de la faena de Daniel Nunes se diluyeron para dar paso a u sainete con la espada haciendo que sonaran dos avisos. Con el más noble quinto el novillero portugués estuvo tan voluntarioso como reiterativo.
Mayor interés tuvo la actuación de Jiménez Fortes, en especial con el sexto –quizás el de mas cuajo de los seis lidiados–, en una faena desigual, que subió de tono cuando hizo un toreo de cercanías y que culminó con un buen espadazo. Con su primero estuvo siempre animoso. Al entrarle a matar sufrió una aparatosa voltereta en dos tiempos, que por fortuna quedó sólo en el susto.
Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".
0 comentarios