“El objetivo es el de potenciar todos los vectores de desarrollo de la Tauromaquia priorizando el fomento de la calidad y la protección de los nuevos valores”
En 156 caracteres (con espacios) les cabe a Simón Casas y Ramón Valencia una mentira cada 6,75 palabras. Verdad sólo he encontrado una. Es curioso, también, que en el comunicado de la unión interplanetaria ocupe más la presentación de los (2) participantes que la de los objetivos. El objetivo en este caso. Y no han tardado mucho en enseñar la patita, cuando se empiezan a saber carteles y proyectos de carteles. Al lío.
Potenciar. Si algo hace la unión de dos empresarios taurinos es disminuir, no potenciar. Disminuye las posibilidades de los independientes del sector, disminuye la oferta para el que paga, que se va a encontrar las contrataciones en packs para todas las ferias, se disminuye la competencia.
Todos los vectores. Su preocupación por el vector ganadero, el vector torero, el vector cuadrilla y no digamos ya el vector afición es perfectamente descriptible: cero, nada, nula, inexistente, como el gol a Benzema. Que les resbala, vamos.
Fomento. No he fomentado yo algo en mi vida, Hulio (como diría el ocurrente bético Joaquín). Para fomentar algo, antes te tiene que importar, y después hay que ponerle interés. Y ni lo uno ni lo otro.
Calidad. La unión interplanetaria viene a traer precisamente lo contrario; más cambio de cromos, más fuerza para ofrecer lentejas, más capacidad para presionar a ganaderos y toreros. Además la calidad, como el fomento, requiere inversión. Já.
Protección de los nuevos valores. Por fin la verdad, se la dejaron para el final. Porque supongo que con los nuevos valores se referirán a los suyos, a los que empiezan a llevar ahora, que de los antiguos se cansan. La otra opción es que se refieran a los nuevos valores que surgen con esta unión: rebañar lo que se pueda mientras quede algo, degradar a toreros y ganaderos uniendo capacidades de mangonear o proteger el valor de su cuenta corriente con el 11% de IVA que se apuntan.
Por el mar corren las liebres, por el monte las sardinas. Tralará.
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