Ya se ha presentado oficialmente la nueva Plataforma “Toros en Donosti, si / Zezenak Donostian, bai”, una Asociación cultural que nace con la intención de hacer una defensa de los toros en San Sebastián y a la que puede adherirse todo aquel que lo desee.
Con muy buen criterio, los promotores quieren dejar muy claro desde el inicio de sus actividades que “la Asociación no nace contra nadie ni queremos entrar en debates ideológicos, tan sólo deseamos defender la actividad taurina en Guipúzcoa”.
Según han explicado sus promotores, la actividad taurina supone un motor económico muy positivo para la ciudad de Donostia-San Sebastián. No recibe ningún tipo de subvención por parte de las instituciones, es una gestión puramente privada que reporta beneficios a muchos colectivos de la ciudad
Pero, además, hay que defender su continuidad porque ello representa un ejercicio de la libertad. Prohibir o impedir la celebración de estos espectáculos va en contra de la libertad de actuación de muchos aficionados.
Llaman la atención también sobre un hecho relevante: la presencia secular de los toros en Guipúzcoa, que forma parte del patrimonio cultural de la provincia.
“No queremos ser menos que Bilbao, Vitoria, Pamplona y Bayona. En nuestro entorno, se celebran espectáculos taurinos cuya continuidad no peligra por lo que no queremos ser menos. San Sebastián se merece contar con estos espectáculos”, añaden sus promotores.
El objetivo de esta Asociación es visualizar la existencia de un movimiento social a favor de la continuidad de los toros en San Sebastián. Para ello, se van a desarrollar actividades como el estudio económico sobre la repercusión de 14 años de toros en Illumbe, la recogida de firmas en las principales ferias que se celebren este verano, la elaboración de un dossier con los datos de la Semana Grande, entre otros.
De todos sus trabajos se dará traslado de todos los datos al ayuntamiento de la capital guipzcoana.
Dos siglos de historia
La tradición taurina de San Sebastián tiene una larga historia. Si tan sólo nos ceñimos a la celebración de los festejos taurinos tal como hoy los entendemos, hace ya más de dos siglos que están muy presentes en la vida ciudadana. No es casualidad que a lo largo de su historia, San Sebastián ha tenido doce plazas de toros.
La primera de ellas fue la de San Martín, construida especialmente para los espectáculos taurinos. Se inauguró el 16 de agosto de 1851 y tenía capacidad para 6.000 espectadores. Con el fin de aprovechar la plaza en más ocasiones, tenía un tendido desmontable. Así, podemos entender que la ciudad tiene tradición en recintos multiusos como la nueva plaza de Illumbe.
Como su aforo pronto se quedó pequeño, se hizo necesaria la construcción de un nuevo anfiteatro. En 1870, se levantó en el mismo solar que ocupaba la antigua. Era toda de madera y en su interior cabían 9.000 personas. Debido al material empleado, la plaza quedó destruida por un incendio ocho años después de su inauguración.
Afortunadamente, en el año 1876, para celebrar el final de la tercera de las guerras carlistas, se construyó otra plaza, también de madera, junto a la estación de ferrocarril, la de Atocha. Se inauguró el 16 de julio de 1876. Como la plaza principal quedó arrasada en el incendio, se aprovechó esta provisional y en 1882, se procedió a su primera reforma. Posteriormente, se fueron cambiando las maderas por hierro y mampostería para dar a la plaza un aspecto más estable y mayor seguridad. La última modificación se inició en 1888 y tras ella quedó una plaza suficientemente amplia para que 10.000 personas pudieran ver los espectáculos en buenas condiciones.
Hasta que el desarrollo de la ciudad lleva a pensar a sus regidores en la conveniencia de una nueva plaza. Así nacería "El Chofre", que se inaugura el 9 de agosto de 1903 con nueve toros de Ibarra, lidiados por Mazzantini, Bomba, Montes y Lagartijo Chico. La plaza se situó entre la carretera de Pasajes y la playa de Zurriola y contó en su entorno con todas las comodidades posibles para hacer más agradables los prolegómenos. Durante 70 años ocupa un lugar muy destacado dentro de toda la geografía taurina, convirtiendo a su semana Grande en una cita obligada de todo el taurinismo.
Sin embargo, un acuerdo inmobiliario entre el en tonces Alcalde de San Sebastián y la familia Jardón, empresarios de la plaza, terminó con el derribo de la plaza y laa promesa de levantar una nueva que nunca llegó. El 2 de septiembre de 1973 se celebró el último festejo taurino en esta plaza. Fue un festival en el que Julio Aparicio, Litri, Antonio Ordóñez y el novillero El Charro lidiaron novillos de Carlos Núñez.
La promesa incumplida provocó 25 años de vacío taurino vieron su final en 1998 gracias al empeño personal de Manolo Chopera que logró inaugurar el moderno recinto de Illumbe, al igual que El Chofre, como coso de primera categoría.
15 años después, el futuro taurino de San Sebastián recupera ahora los fantasmas del pasado. En efecto, los propósitos, un tanto confusos, de los actuales responsables del Ayuntamiento donostiarra, que pertenecen a Bildu, en lo que denominan «replantear» la situación de la plaza de Illumbe de cara a 2013, ha hecho saltar las señalas de alarma.
Pero no olvidemos un dato esperanzador: cuando los ciudadanos de su vecina Cestona, también gobernada por Bildu, fueron consultados en un referendum sobre la celebración de festejos taurinos en las fiestas locales, el 63,99% votaron de forma afirmativa.
►Para poder asociarse y apoyar este movimiento social, los interesados pueden ponerse en contacto a través del mail in[email protected] o página web www.torosendonosti.com
0 comentarios