Con una participación del 50,5% del censo, el 64% de los habitantes de la localidad guipuzcoana de Cestona –su denominación oficial en euskera es Zestoa— ha decidido en referéndum mantener la celebración de los festejos taurinos durante las fiestas patronales.
De un total de 3.012 ciudadanos se acercaron a votar el 50,5% del censo electoral, y el 63,99% (963 votos) decidió dar su apoyo a la celebración de la fiesta taurina mientras que el 36,01% (542 votos) no la apoyaron.
La consulta popular se realizó dentro de lo que se denominado como ´recogida de peticiones´ en torno a las novilladas de Zestoa, que se celebran en la localidad desde hacer más de 350 años. Esta consulta de facto suponía la continuidad o no de estos festejos taurinos dentro del marco de las fiestas patronales que se celebran en Zestoa a principios de septiembre. A final, tras una tranquila jornada electoral, se conoció el resultado final, que otorgaba una amplia victoria a los partidarios del sí a las novilladas.
La celebración de esta consulta popular o ´recogida de peticiones´, fue una promesa electoral de la coalición Bildu, que ostenta la mayoría en el Ayuntamiento local, por lo que esta fuerza política ha sido la promotora principal de la misma. Esta iniciativa fue aprobada casi por unanimidad por parte de los concejales de los dos partidos que tienen representación en el ayuntamiento de Zestoa –Bildu y PNV–, en el pleno celebrado el 26 de abril, ya que la votación se saldó con 10 votos a favor y tan solo una abstención.
Con esta consulta se pone fin a
la polémica en torno a la posibilidad suscitada en torno a si Cestona dejaba o no de organizar novilladas, tras 300 años de fiesta taurina en esta localidad.
En las reuniones para elaborar la encuesta, participaron, además de los representantes políticos, miembros del grupo Muu! contrario a las corridas y un colectivo a favor de la fiesta taurina. Sin embargo, tras aquel primer encuentro, los que apoyan la celebración de las novilladas dejaron de participar en el proceso, según detallaron desde el equipo de gobierno, "porque no creen en esta consulta y no la ven necesaria".
Cestona era conocida siglos atrás por sus corridas de toros, cuyo origen se remonta a 1670, donde participaban espadas de prestigio y se ofrecían oportunidades a los jóvenes.
Como recuerda el diario “Deia” en su edición de este lunes, mediado el siglo XVII el Ayuntamiento ordenó ensanchar la plaza y acondicionar toriles "para corridas de toros y otros espectáculos", así como ampliar balcones "para ver mejor las corridas". El municipio disponía de dinero para acondicionar la plaza, la actual Foru Enparantza, con arena o nuevos tablados cuando llegaban sus fiestas, y ya en 1732 se pagaron 30 reales a cada uno de los dos toreros por matar un toro cada uno.
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