SEVILLA. Media entrada. Novillos de Fuente Ymbro, de buena nota; excelentes fueron el 2º y el cuarto, bueno y exigentes,3 y 5º, bajando más 1º y 4º. Fernando Beltrán, silencio y silencio. Borja Jiménez, dos orejas y una oreja. José Garrido, una oreja y dos orejas.
Por si faltaba algo para culminar el año jubilar de la Macarena, que concluyó de manera grandiosa a primeras horas de este domingo, por la tarde la Maestranza fue escenario de una novillada excepcional, en la que dos toreros –uno sevillano y otro extremeño– abrieron con fuerza la Puerta del Príncipe, unos honores a los que se unió, con su poquito de exceso, el ganadero de la tarde: Ricardo Gallardo, titular de Fuente Ymbro.
Si se comienza por el final, colosal fue la actuación de José Garrido con el que cerraba plaza. Ya al torear con el capote, con una profundidad tremenda, tuvo que romper a tocar un pasodoble la banda del Maestro Tejera. El novillo con más trapío que muchos toros se los que se ven a diario, tuvo una gran clase. Y el extremeño lo entendió a la perfección, en una actuación redonda, dándole los tiempos precisos y siempre con un gusto exquisito. Las dos orejas no pueden tener el menor reproche.
Ante su primero, un novillo que exigía de mucha mano baja, Garrido ya dejó sus credenciales de ser un torero con capacidad y decisión para dominar al animal. Una faena de emoción que, tras una estocada algo contraria, le valió el primer trofeo.
Muy meritoria también la actuación de Borja Jiménez. A ambos novillos los recibió en la puerta de toriles. Pero en el fondo fue lo de menos. Lo importante vino luego. Con su primero, el mejor de los fuenteymbros, acertó a darle las distancias que exigía y por eso su faena fue siempre a más, a base de mano baja y muletazos largos. Un señor espadazo puso, si faltaba algo, el broche necesario para las dos orejas.
De nuevo volvió a entregarse ante el 5º, a base de acertar en las distancias y de mostrarse muy firme, que tras otra estoada le valió la oreja que le falaba para abrir la Puerta del Príncipe.
Con el lote más deslucido, pocas opciones de triunfo tuvo el valenciano Fernando Beltrán, que en ambos destacó por su eficaz utilización de la espada.
EN OTRAS PLAZAS
CÁCERES. Lleno. Toros de Luis Terrón, para rejones, y Núñez del Cuvillo, desiguales de presentación y de poco juego. El rejoneador Pablo Hermoso de Mendoza, oreja y ovación con saludos. Enrique Ponce, ovación con saludos en su lote. y Alejandro Talavante, una oreja y una oreja.
ALÉS (Francia). Dos tercios largos de entrada Concurso de ganaderías. Toros de Barcial, Puerto de San Lorenzo, Valdefresno; Adolfo Martín, Juan Manuel Criado y Camino de Santiago. Rafaelillo, silencio y silencio. Salvador Vega, Ovación y una oreja tras aviso. Alberto Lamelas, silencio tras aviso y silencio tras aviso. El trofeo al mejor toro quedó desierto.
CÓRDOBA. Un cuarto de entrada. Toros de El Canario, nobles pero parados. Fermín Bohórquez, ovación y silencio. Leonardo Hernández, ovación y una oreja. Manuel Moreno, ovación y silencio.
CAPTIEUX (Francia). Lleno. Novillos de El Tajo y La Reina, bien presentados y nobles. Fernando Rey, silencio y silencio. Clemente, palmas y ovación tras petición. Andrés Roca Rey, una Oreja y dos orejas.
El Molar (Madrid). Novillos de Urcola. Mariano Rojo, oreja y oreja. Francisco Palha. oreja y oreja.
CIUDAD REAL. Festival. Tres cuartos de plaza. Novillos de Fuente Ymbro, el 5º fue indultado. El rejoneador Miguel Ángel Martín, oreja. Aníbal Ruiz, oreja. Luis Miguel Vázquez, dos orejas. Fernando Tendero, dos orejas. Emilio Huertas, dos orejas y rabo simbólicos. El novillero Carlos Aranda, oreja.
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