El viernes pasado se presentó un escrito de impugnación del pliego de condiciones para la concesión de la plaza de Vista Alegre, dentro del proceso que se sigue para privatizar la gestión. Según escribe José L. Benlloch, director de “Aplausos”, la impugnación está firmada cuatro empresarios: José Carlos Escribano, Alberto García, Maximino Pérez y José María Garzón, o lo que es lo mismo, Málaga, Burgos y dieciséis plazas más, Cuenca y finalmente Granada, Algeciras, entre otras. Había que penaba que también Nautalia presentaría su propio recurso, pero tal no se ha producido.
Alegan que el pliego no respeta la libre concurrencia, que es cuestión obligada en el mundo económico europeo. Para poder licitar, las condiciones establecen que es necesario haber dado toros en plazas de primera categoría en los últimos años y el detalle les deja a ellos y a otros muchos sin opciones y al toreo sin posible renovación empresarial.
Por ello por lo que piden la suspensión del concurso del que, además, se quejan que no es tal y filtran con números y razones que se trata prácticamente de una subasta alcista de las que tampoco interesan al mundo del toro. El antecedente inmediato y caso más parecido es la anulación del concurso de Arles, cuya tajante resolución confían que influya abiertamente en la decisión jurídica que se acabe tomando en Bilbao.
El recurso inicial deberá ser resuelto por los servicios jurídicos del Ayuntamiento de Bilbao y si fuera rechazado y/o no anulasen el concurso, el grupo de recurrentes tienen decidido acudir a los Tribunales. Si se aceptara la reclamación, se deberá elaborar otro pliego.
Como bien escribe Benlloch, caben en este último caso varias opciones: que se redacte un nuevo pliego con la agilidad que no han tenido hasta ahora y se publique en tiempo para seguir la hoja de ruta del anterior; que se prolongue la actual situación hasta que haya nuevo pliego; o que se siga adelante con todas las consecuencias con el pliego de la polémica.
Otro sí
ANOET no ha dicho nada
En todo este proceso, que se está haciendo eterno en perjuicio de Bilbao, hay un dato que llama poderosamente la atención: los responsables de ANOET no han dicho esta boca es mía, con lo ardorosos que salieron cuando en Zaragoza convocaron un concurso, tras no renovarle la concesión a Simón Casas.
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