Bética” era el título de una revista cultural editada en Sevilla entre noviembre de 1913 y principios de 1917. Era el órgano de expresión del Ateneo de Sevilla y en ella colaboraron los intelectuales andaluces más prestigiosos de la época. Está considerada como una pieza fundamental en el desarrollo del andalucismo.
Se definía como una “revista ilustrada de Sevilla, con carácter regional y dedicada principalmente a la literatura, arte y vida social contemporánea”. Se ocupó sobre todo del arte y la literatura y las reflexiones sobre Andalucía y los andaluces. En sus páginas era habitual una sección titulada sencillamente “Toros”. Como un ejemplo, traemos a nuestras páginas el texto y el grabado que, dedicado a Rafael Gallo”, publicó sin autor conocido en su número del 5 de enero de 1914.
El Gallo
Aquí está el divino Calvo, el primogénito del señor Fernando y la Gabriela, que en el ruedo y las tablas entusiasmaron a nuestros padres con un arte excelso; el marido de la divina Pastora Imperio; el heredero de la gracia; el artista intuitivo y genial; el torero aparte de las suertes no aprendidas; el eternamente discutido, cuyo toreo levanta una tempestad de pasiones en el pueblo; siempre grande, en la cumbre y en el abismo del oleaje de indignación y de entusiasmo, en cuyo ferviente y supersticioso corazón gitano se oculta como dijo Machado en un soneto “un gran valor o un miedo milenario” distintivo de la raza de faraones, cuyos caracteres étnicos conserva en toda su sobria grandeza, en la severa majestad un poco triste de sus facciones cetrinas, en el mirar pro- fundo y ascético como un monje atormentado interiormente por el demonio y pintado por Zurbarán; con su cráneo de brillante encarnadura como una escultura sevillana del XVII, o un busto en bronce, estilizado por Donatello.
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