Apoteosis de Juan José Padilla en su ultima tarde

por | 14 Oct 2018 | Temporada 2018

 ZARAGOZA.-  Ultima de la feria del Pilar. Lleno de ”No hay billetes”. Toros de Núñez del Cuvillo, de muy medida presentación, pero encastados, con calidad y buen tranco; excelente el 4º y de gran juego 2º y 3º. Juan José Padilla (de blanco y oro con remates en negro),silencio y dos orejas tras dos avisos. José María Manzanares ( de marino y oro), una oreja y una oreja tras un aviso. Alejandro Talavante (de blanco y oro), una oreja y ovación.

Después de despedirse micrófono en mano de la afición con unas palabras muy sentidas, Juan José Padilla salió por la Puerta Grande a hombros de su cuadrilla y un grupo numeroso de toreros que estaban en el callejón, en medio de una enorme ovación. También sus dos compañeros de terna tuvieron el detalle de unirse a la comitiva.

Padilla se ha retirado con el toro “Tortolito”, nº 225, colorado de capa, con 535 kilos y nacido en abril de 2014. La faena de la despedida se lo había brindado a sus hijos.

 

Parte facultativo de Jesús Miguel Suso: Entrampillado contra las tablas con el 2º de la tarde, el banderillero Jesús González Suso fue atendido en la Enfermería de una cornada envainada, de la que fue intervenido quirúrgicamente. El parte facultativo dice: “Herida por sano a nivel de la cara interna del tercio medio de la pierna derecha con tres trayectorias: una ascendente de 12 de cm. que desgarra fibras del gemelo interno alcanzando el hueco poplíteo, otra trayectoria transversa de 0 c,. Que alcanza el fémur en su cara posterior y otra descendente que llegada gasta la unión múculotendinosa de los músculos gemelos, de pronostico menos grave, que si le impide continuar la lidia”.

 

Llovía a cántaros en Zaragoza a las 6 de la tarde de este domingo que cerró el abono.  ¡Y daba gusto estar en el coso de la Misericordia¡. Sobre todo porque no resultará fácil reunir tantos elementos para que la emotividad de una corrida rayara a tales alturas. Juan José Padilla se ha ido de nuestros ruedos como merecía, con una afición entregada por completo y cuando ha llegado al punto más alto de su carrera. Pero es que, además, gracias a Arturo Beltrán, que hace 25 años tuvo la iniciativa de instalar la cubierta, permitió vivir con comodidad la historia de este día, que en otro caso no habría sido posible.

 

Sería bastante cursi acudir al recurso de escribir que los cielos aragoneses lloraban porque Juan José Padilla se despedía de la profesión. Diluviaba por el dichoso “Leslie”. Pero en la plaza, a más de uno se le escaparon las lágrimas, con ese auténtico ciclón que nació en Jerez. Y tuvo que ser precisamente aquí, donde tanto sufrió y tanto hizo sufrir a tantos con aquel percance terrible en la feria de 2011. Pero los aficionados no pusieron el  “No hay billetes” para  venir a llorar una futura ausencia, sino  para darle maravillosas gracias al torero que se hizo muy de esta tierra aquel dramático 7 de octubre. ¡Y qué formas de agradecer tiene la afición aragonesa!

 

A un ambientazo tan grande respondieron los toros de Núñez del Cuvillo, un conjunto de con casta y calidad, que rayó a su máxima altura con el 4º. Una corrida nada aparatosa, desde luego, de presencia; pero que cumplió bien en el caballo, el 4º de forma notable. Algunos, como 1º y 6º, humillaban menos, pero todos tomaban los engaños con clase y casta; pese a todo, 1º y 5º buscaban a veces el abrigo de las tablas.

 

El que abría la tarde, muy suelto frente a los engaños, pero Juan José Padilla consiguió casi siempre mantenerlo metido en la muleta, en series interesantes y por momentos templadas y largas, pero sin ese punto de emoción del que carecía el de Cuvillo. Luego se atascó con los aceros. 

 

Pero salió el gran “Tortolito” y la despedida se encaminó hacia el triunfo. Recibido en el tercio con la larga cambiada, vinieron luego lances pausados y un quite por faroles. De nuevo Padilla echó las rodillas al ruedo para torear primero por alto y luego en redondos muy templados. A partir de ahí, la faena fue caminado hacia arriba, con la afición entregada; sobre ambas manos hubo series estimables, para dar paso luego a adornos variados. Faena larga, que ya antes de montar la espada había sonado el primer aviso, que luego culminó con toda la espada arriba. Las dos orejas y una vuelta al ruedo muy pausada, recibiendo abrazos. Unos momentos muy emotivos.

 

Para que la cosa no quedara a medias, en Zaragoza se ha presenciado una de las tardes más redondas de José María Manzanares. La faena al buen 2º tuvo verdadera importancia. Si las series con la izquierda tenían contenido, no menor ocurría sobre la derecha. Una faena más reunida que otras veces, siempre con continuidad. Lo mató con eficacia y se le concedió una oreja- Quizá con un menor sentido estético, pero toreramente mas importante su faena con el 5º, al que acertó a sujetar en los engaños. En esta ocasión la izquierda sobresalió. Una casi entera buena resultó el prólogo a otro trofeo.

 

Pero en Zaragoza también quedó muy claro, aunque algunos organizadores no lo quieran admitir, que Alejandro Talavante es hoy uno de los profesionales que mejor explica el toreo, el toreo como arte que nace y muere en cuestión de segundos. Recibió con mucha originalidad al 3º, toreando a una mano. La faena, iniciada con el “cartucho de pescao” tuvo momentos sublimes en el palo de los naturales, en series largas abrochadas con el de pecho. Pero ese buen torear debió ser lo que luego le permitió cuajar series espléndidas con la mano derecha, que en los comienzos era el pitón más renuente del cuvillo. Puso en pie a los tendidos de la Misericordia, pero dejó un pinchazo antes de una entera algo trasera, por o que el palco solo saco un pañuelo. De nuevo con el que cerró la función, como no era cómodo en sus embestidas,  se pudo a ver un Talavante esplendoroso con el capote y la muleta, con una actuación muy maciza. Era la plasmación práctica de la hondura del toreo con la mano izquierda. Pero el de Cuvillo se iba apagando, y tuvo que acudir a la espada; pena que se le atascara el descabello pero un faenón de dos orejas.

 

Y llegó la última sorpresa: Talavante lo deja 

 

Pero cuando se iba abandonando los tendidos, salta el otro notición de la tarde. A través de su twitter, Talavante informó escuetamente: “Alejandro Talavante se retira por tiempo indefinido”. No se puede decir más en tan sólo 45 carácteres.

Sorpresa inesperada, que probablemente el torero ya tenía muy meditada, pero que guardaba para sí hasta acabar los compromisos de esta temporada. Un adiós “indefinido” que se produce cuando los aficionados más están con este torero.

Como bien escribe este lunes Zabala de la Serna en El Mundo, podia haber esperado un par de días para dar la noticia. Hubiera sido un detalle final de elegancia.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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