«Apagafuegos Tomás», o los aciertos de una gestión global

por | 6 Jun 2011 | Informes

El estudio realizado  en el diario Expansión por Juanma Lamet, con el apoyo del profesor Juan Medina –que por su gran  interés reproducimos íntegramente en una noticia adjunta— resulta contundente: la reaparición este año de José Tomás tendrá una repercusión en la economía española que se estima en 92 millones de euros. Y eso en una veintena de actuaciones. El dato es muy relevante de lo que el torero pesa hoy en la economía taurina.

Pero el fenómeno no es nuevo en la historia de la tauromaquia. En unos casos, los efectos fueron realmente evidentes; en otros, en cambio, los efectos no fueron tan notorios. Célebre es la anécdota –que en alguna ocasión hemos referido en estas páginas– ocurrida en la Maestranza cuando a la muerte de Gallito apareció la pancarta que decía: “Joselito ha muerto. Viva el gol”. Tan tajante predicción no se materializó en aquel momento, porque en los carteles quedaba un Juan Belmonte en plena forma.

En otras ocasiones los efectos nocivos se anularon a costa de variar un tanto las reglas del juego. Es el caso evidente del célebre “pacto de la almohada” que El Cordobés, bajo la amenaza de una retirada,  hizo firmar en su casa de “Villalobillos” a la plana mayor del empresariado taurino, con unas nuevas condiciones económicas al alza para la contratación.

En los anales taurinos consta, por lo demás, el impacto de la pareja novilleril Aparicio-Litri, con la que don José Camará se impuso en las grandes ferias, incluso a costa de ocupar la fecha prevista para las corridas de toros. O el caso de “Chamaco” en Barcelona.  Y aunque sea casi anecdótico, que en lo económico no lo fue, cuántas veces el espectáculo que capitaneaba un personaje singular como Pablo Celis al frente del Bombero Torero, salvaba las economía de más de una y más de dos ferias.

Sin embargo, el caso de José Tomás resulta a nuestro entender de algún modo diferente, probablemente porque tiene su origen en una concepción distinta, tanto de la gestión taurina como de la económica de un torero. Esa es la novedad, que es digna de ser estudiada.

José Tomás, una nueva frontera en el negocio taurino

Para quien anda un poco informado de las realidades taurinas, no es un secreto que en José Tomás se dan dos etapas claramente diferenciadas, que tienen su punto de inflexión en la despedida temporal del año 2002.

Un año antes, había establecido el duro record de Puertas Grandes, comenzando por la Puerta del Príncipe que abrió por dos veces, pero en cambio aquella temporada de 2002 no había sido tan gratificante; el torero siente en demasía la presión mediática –recuérdese su negativa a la televisión–  y, además, la cornada de Badajoz le había dejado inactivo durante un mes. Y aunque aquel mismo año había abierto la Puerta Grande de Madrid –la faena al toro de Martelilla– , sin embargo, en su emblemática Barcelona no había llevado más que media plaza . En ese contexto decidió dejarlo, inicialmente sólo en España, pero luego también extendió su descanso a las plazas americanas.

Si se tira de hemeroteca, se comprueba que el torero desaparece a conciencia de la vida social. Pasa a ser el gran ausente. Sin embargo, entre los aficionados su recuerdo se aviva, mientras que crecen las nostalgias acerca de cuándo volverá a los ruedos. De esta forma, su propósito de desaparecer del ambiente taurino produce el efecto contrario: su ausencia agranda su figura.

La reaparición de 2007 se hace ya sobre nuevas bases. La tarde del 17 de junio, el coso barcelonés –con un “No hay billetes” que no se ponía desde 1985—fue el escenario elegido. Y aparece ya el nuevo José Tomás, en el que unos destacan “la emoción intrínseca a su toreo” –como se escribió en El Mundo— y otros cantan lo denominan “clave fundamental de su toreo: un silencio poético y misterioso, un tanto hermético, más fácil de percibir que de entender” –al decir del cronista de El País–.

A partir de esa fecha, José Tomás se convierte en el nuevo apafuegos de los incendios en las taquillas. El apoderamiento pasa a manos de Salvador Boix, con relevancia profesional en distintos campos, pero ajeno hasta entonces al mundo taurino. En  la nueva etapa se da una cierta continuidad a su anterior política personal, como era el espaciar sus actuaciones y en rechazar la televisión en directo. El que quiera verle tiene unas fechas tasadas y deberá hacerlo en directo.

La decisión, que no era ni fácil ni cómoda, exigía la contrapartida por parte del torero de responder a la expectación levantada: no tenía margen para defraudar, como bien se comprobó en las dos tardes que durante 2008 toreó en Las Ventas, que marcaron un hito.

¿Volver en tales condiciones fue una decisión tomada por criterios exclusivamente taurinos o tuvo un espectro más amplio en su análisis?. A mi modo de ver, ocurrió esto segundo. En este sentido, resultaron decisivas las recomendaciones de sus asesores en materia económica y empresarial a la hora de enfocar la nueva etapa. Y no tanto a la hora de establecer las condiciones contractuales al   ajustar fechas, sino en el enfoque global.

De hecho, hay que recordar como se producen modificaciones puntuales en la forma de contratación, según se vayan viendo resultados. Por ejemplo, hubo un tiempo en el que se trató de imponer, a requerimiento de las empresas, el ”dos en uno”:  había que sacar la entrada de la mañana (normalmente, rejones) para tener asegurada la entrada de la tarde, que era cuando toreaba José Tomás. Aquello no prosperó, no podía hacerlo.  Hasta que se acierta en un enfoque más importante: la evaluación global de aceptar o no una oferta en razón de un horizonte más amplio. Y así, se valora si un determinado compromiso, que en sí mismo podría ser muy rentable, aporta un valor complementario al resto de la temporada tal como ha sido diseñada. Son criterios, podría decirse, de estrategia empresarial, que engloban a la vez con sentido de presente y de futuro aquellos aspectos de carácter taurino y los puramente económicos, como hasta ahora no se habían aplicado en la dirección de una carrera taurina.

A lo mejor resulta que estamos en un error, pero en tanto no se compruebe lo contrario estamos en la creencia que es ahí donde radica el importante impacto social y económico que José Tomás tiene hoy fuera y dentro de los ruedos. Que esa estrategia global es acertada está fuera de dudas: las cifras son contundentes en este sentido.

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Taurología

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Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

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