El pasado 5 de septiembre falleció en su domicilio bilbaíno el pediatra navarro Andrés Macua Suescun, un extraordinario aficionado a los toros. Tanto que su familia tenía una ganadería de bravo que pastaba en su tierra natal. Últimamente, uno de sus sobrinos, hijo de su hermano Ángel, además de continuar con la tradición familiar de criar ganado de lidia, ejerce de empresario de algunos cosos de la misma área geográfica.
Andrés Macua era un aficionado de a pie y solvente, de los que gustaban el toro-toro, con poder y presencia, y no las imitaciones que cada vez más con mayor frecuencia pisan los redondeles. Un médico pediatra para el que no había hora ni lugar para resolver una consulta, un hombre cabal y bueno, amigo de sus amigos.
En pro de su militancia taurina, en los pasados años ochenta ejerció de presidente del Club Taurino de Bilbao a instancias del gran Emiliano Uruñuela Litri, aunque también militaba en el Club Cocherito.
En unión de unos cuantos soñadores más, hace ya casi tres décadas, fue uno de los refundadores de la histórica “Tertulia Taurina Bilbaína” –anterior al Cocherito–, de la que también formaban parte otros aficionados de mucho "fuste", como el británico John Cowl, a los hermanos Rodrigalvarez Noain –sobrinos de Jaime Noain–, el genial pintor Luis García Campos o al medico y dirigente socialista Pedro López Merino, o el hoy Presidente del Club Cocherito, Antonio Fernández Casaso.
Una tertulia que en Bilbao ha dejado mucho pozo. Es recordar su interés por la novillería, a la que anualmente premiaban. Hasta tal punto que allá por los años 90, cuando pocos creían en el futuro de Antonio Ferrera , supieron advertir el fondo de torero que anidaba en este extremeño, que había nacido en Ibiza.
Macua, con otra de sus "cuadrillas" taurinas, era contertulio activo y fijo de la tertulia que todos los miércoles se citaban en el txoko del Taurino, primero, y en el Gure Txoko, después, a escasos metros de su domicilio.
Descanse en paz, un gran amigo y aficionado.
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