La Consejería de Justicia e Interior y la Asociación Andaluza de Escuelas Taurinas “Pedro Romero” han acordado impulsar un nuevo programa de actividades de formación para el presente año, destinado a seguir promocionando a los nuevos valores del mundo del Toro y que durante la pasada temporada benefició a más de 500 jóvenes.
El director general de Interior, Emergencias y Protección Civil de la Junta, José Antonio Varela, y el presidente de la entidad que representa a estas escuelas, Eduardo Ordóñez, han mantenido un encuentro en el que han reiterado su compromiso para seguir apoyando la Fiesta como elemento esencial de la cultura andaluza.
La Junta de Andalucía y la Asociación ”Pedro Romero”, de forma conjunta con todos lo estamentos de la Fiesta, apuestan por fomentar la actividad formativa de nuevos profesionales del toreo organizando ciclos de clases prácticas con añojos y erales abiertos a los alumnos de todas las escuelas taurinas de Andalucía que participan en una liga en régimen competitivo.
Durante la reunión, el presidente y otros representantes de la Asociación han informado a Varela sobre el buen funcionamiento y los positivos resultados del programa formativo del pasado año, destacando también el incremento de audiencia alcanzado en las retransmisiones de novilladas de promoción por parte de Canal Sur Televisión, que también colabora en esta iniciativa de fomento de la cultura taurina.
Los responsables de la asociación se han mostrado satisfechos de las actuaciones y acuerdos de colaboración desarrollados con los ayuntamientos para elaborar el cartel definitivo del Proyecto de Fomento de la Cultura Taurina para el año 2015 que constará de varios ciclos de clases practicas con añojos y erales.
El director de Interior, responsable de los espectáculos públicos en Andalucía y competente en materia taurina, ha mostrado su compromiso con la formación teórica y práctica de los alumnos de las escuelas taurinas y con el ciclo de novilladas en clase práctica con el objetivo de contribuir al fortalecimiento de las mismas.
Durante el encuentro, el director general y los representantes de la asociación han analizado el nuevo proyecto formativo propuesto por dicha entidad para profundizar en la especialización de los docentes que se pondrá en marcha durante el presente año.
El programa está destinado a mejorar la calidad de la enseñanza que se imparte por los directores de las escuelas taurinas y los equipos docentes de las mismas y se concretará en un curso de reciclaje y actualización de conocimientos taurinos José Antonio Varela ha calificado de “muy positivo” el proyecto que “incrementará la calidad y eficacia de la enseñanza que reciben los alumnos de las escuelas como futuros profesionales y, en definitiva, supondrá también una mejora para la Fiesta”.
El director de Interior ha puesto de relieve el compromiso del Gobierno andaluz en la formación de los alumnos de las escuelas taurinas ya que sus beneficios trascienden lo estrictamente taurino para inculcarles también unos valores y una educación esenciales para su desarrollo personal en el futuro.
El responsable andaluz en materia de espectáculos taurinos ha valorado también la tarea que realizan las escuelas y el importante papel que desempeñan como transmisores y conservadores de una tradición de fuerte arraigo en la cultura andaluza, además de elogiar la creación de un sistema efectivo de formación y promoción de nuevos valores.
Según José Antonio Varela, las escuelas taurinas permiten a los jóvenes andaluces que puedan formarse en este arte y comenzar a abrirse camino en la profesión del toreo, independientemente de sus posibilidades económicas y su procedencia social.
El paso a la Formación profesional
Cuando Andalucía un año más da ejemplo de su preocupación por la formación de los futuros profesionales del toreo, conviene recordar que dentro de esta misma área educativa el estudio que en la Comisión Nacional de Asuntos Taurinos se están llevando a cabo sobre la viabilidad de dotar de los debidos reconocimientos académicos la formación profesional que se imparte en las Escuelas Taurinas.
Con la llamada ley Wert el paso es jurídica posible; lo que hace falta es que puedan encajarse unos planes de estudio y unos requisitos académicos para dar un paso que resultaría trascendental de cara al futuro.
Para dar cuerpo y consistencia a todo eso que desordenadamente había ido sobreviviendo, más que nada al aire del subdesarrollo, cuando se acomete la elaboración de la regulación de la Fiesta para el siglo XX para nadie hubo dudas de la conveniencia de incorporar al texto la cuestión de las Escuelas Taurinas.
Fruto de este esfuerzo legal es la proliferación de Escuelas por toda España. Unas con mejor fortuna que otras, pero todas con el propósito de dar soporte a las generaciones futuras de profesionales. Con buen criterio, las actividades que desarrollan se basan en una preparación física adecuada, un intenso aprendizaje del toreo de salón, el curso teórico sobre los principios básicos del toreo, la asistencia a los tentaderos o clases prácticas y las actuaciones en festejos de promoción. Además, la Escuela se responsabiliza de realizar un seguimiento de las responsabilidades académicas o laborales, que son imprescindibles para ser admitidos.
Con esa base, indispensable de todo punto, el aspirante podrá luego contar a todos ese misterio íntimo que para él es el toreo. De que exista ese misterio que contar y de saber sacarlo a la luz de una plaza, dependerá su éxito. Pero si ,además, se da el paso hasta la Formación Profesional, académica reglada, se facilitaría los alumnos que al final no alcancen su meta taurina, que a la vez que aprenden teórica y prácticamente lo que es el toreo, aprendan también un oficio y una profesión, que luego les servirá para abrirse camino en la vida.
Y es precisamente desde este contexto académico como mejor se daría respuesta a las críticas que en ocasiones se le hace a las Escuelas: taurinamente, el bajo número de figuras que han llevado hasta los ruedos, en comparación con el número de sus alumnos; de otro, lo que pudiera suponer de pérdida de esa etapa de la juventud en la que se adquiere la formación para la futura entrada en el mundo del trabajo. En el fondo, porque en esas Escuelas se formaría al torero pero también al hombre.
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