Alberto Aguilar supo aprovechar la ocasión que le brindaba «Camarín»

por | 29 May 2016 | Temporada 2016

MADRID. Vigésimo tercera del abono de San Isidro. Dos tercios de entrada. Llovió ligeramente a partir del 4º, arreciando el agua en el 6º. Toros de Baltasar Ibán, de correcta presentación pero de poco juego; 4º y 5º, cinqueños. La excepción fue el 2º, muy ovacionado al arrastre. Iván Vicente (de malva y oro), ovación y silencio tras un aviso. Alberto Aguilar (de grana y oro), una oreja y ovación. Víctor Barrio (de arropía y oro), silencio y silencio.

Al festejo asistió la Infanta Elena, acompañado de sus hijos: Victoria, junto a ella en la meseta de toriles; Juan, en un burladero del callejón. Iván Vicente y Victor Barrio le brindaron sendas faenas.

Para no dar la brasa al personal, acudamos la escueta fórmula procesal: “Dese aquí por reproducido lo que consta en autos”, respecto al muy recordado toro “Bastonito” lidiado por Cesar Rincón en 1994. Prólogo necesario cuando en la tarde de este domingo el que abría plaza llevaba el mismo nombre: pura coincidencia nominal, en lo demás una profunda disparidad de comportamientos.

En cambio, el nombre a recodar en esta ocasión en todo caso sería el de “Camarín”, el 2º de la tarde, un toro bravo y encastado, que lució mucho en el caballo  –se pidió que le dieron un 3º puyazo–, aunque luego su codicia fue matizándose a menos conforme avanzaba la faena de muleta. Aunque algunos lo solicitaran, hubiera sido un exceso darle la vuelta al ruedo; la ovación que recibió al arrastre resultaba lo oportuno, como bien entendió el Palco.

El resto de la corrida  acabó siendo manifiestamente mejorable en sus comportamientos, ya fuera ante el caballo, ya durante el resto de lidia. Y así, el “Bastonito” de 2016, cumplió incluso bien ante el caballo, aunque sin excederse, y llegó manejable a las manos de Iván Vicente; pero faltaba el condimento de la casta y del empuje, y además se rajó pronto. Muy bueno, pero sin llegar a la excelencia plena, el citado “Camarín”. El cierto tranco que ofrecía el 3º quedaba condicionado por el cabezazo final de todas sus embestidas. Sin fijeza ni fondo el que hizo 4º. Rajado a la media docena de muletazos el 5º, que como su antecesor desparejaba la corrida por volumen. Y con el freno de mano echado, el que cerró la tarde. El balance final, pues, no fue bueno para la ganadera, a la que en Madrid se le recibe siempre con simpatía y con esperanzas toristas, aunque las tales no se consolidaran en esta ocasión.

Con paso firme y decidido desde el paseíllo, Alberto Aguilar supo aprovechar con inteligencia cuanto le ofrecía ese “Camarín”. Lo lanceó vibrante, quitó con variedad y lució sobradamente al de Ibán ante el caballo. Su faena, con muy torero comienzo por abajo, alcanzó las mayores cotas durante las tres primeras series, dos sobre la derecha, una con la zurda. Y conforme el toro matizaba su codicia, acudió arrimarse con sinceridad en la corta distancia. Un espadazo arriba resultó prólogo para la única oreja otorgada en la tarde.

Con el 5º, que por poco lo desbarata cuando lo empaló en un derechazo, necesariamente tuvo poca historia que escribir: al sexto intento de torear en redondo, el toro salió de estampida y ya no había más que ir a cazarlo con habilidad; Aguilar la tuvo para alargar el brazo y despacharlo sin agobios.

El empaque con el que anda Iván Vicente solo pudo ser esbozado en esta ocasión. Con el dicho “Bastonito” bis, que no es de feliz memoria, hubo momentos elegantes con el capote y la muleta; lo que no podía darse era la emoción. Se mostró insistente con el deslucido 4º, que luego le dio un dolor de cabeza a la hora del descabello: el animal no descubría nunca la muerte y los intentos se hicieron innumerables.

Y no por su dejación, la tarde se le fue en blanco a Víctor Barrio. Desde el comienzo resultaba inviable tratar de torear con auténtica limpieza a su primero;  pero cuando se le dejaba llegar y tocaba los engaños, aún era peor. El 6º, un marmolillo; tan imposible como dar muletazos largos a una estatua. Y además era cuando más fuerte llovía. Se agradece la brevedad.

Apóyanos compartiendo este artículo:
Taurología

Taurología

Portal de actualidad, análisis y documentación sobre el Arte del Toreo. Premio de Comunicación 2011 por la Asociación Taurina Parlamentaria; el Primer Premio Blogosur 2014, al mejor portal sobre fiestas en Sevilla, y en 2016 con el VII Premio "Juan Ramón Ibarretxe. Bilbao y los Toros".

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.