VALLADOLID,. Quinta de feria. Menos de media entrada. Toros de Valdefresno, de poco juego. El Fundi, silencio y ovación. Javier Castaño, silencio y oreja. Joselillo, palmas y palmas.
Durante la lidia del 5º, resultó cogido en banderillas Marco Galán, sufriendo una herida por encima de la cadera y una posible luxación de hombro. En la enfermería se facilitó el siguiente parte médico:, de las que fue atendido en la Enfermería.
“Herida inciso contusa por asta de toro de unos 20 centímetros de longitud de trayectoria ascendente desde su entrada en región inguinal izquierda que perfora la aponeurosis de los músculos oblícuos del abdomen y expone fascia trasversal y peritoneo sin perforación evidente a la exploración quirúrjica. Contusión cervical de hombro derecho. Pronóstico grave. Fue operado en la enfermería y posteriormente trasladado al Clínico Universitario de Valladolid para estudio radiológico. Firmado por Dr. Antonio Mateo”.
Entre la presencia siempre molesta de la lluvia y el deslucido encierro de Valdefresno, del que tan sólo se salvó el 5º, la última de las corridas de toros de la feria ha pasado con más pena que gloria.
A este tenor, la despedida de El Fundi no ha podido tomar vuelos. Con todo, el cuarto, que tenía algo más dentro, le permitió dejar su sello de técnica en un trasteo muy templado, sólo deslucido por la falta de continuidad en las embestidas.
Había interés por ver a Javier Castaño, que la postre fue el único espada en conseguir un trofeo. Fue en el 5º, el más templado de los toros charros. Ha sido un premio al esfuerzo y la constancia, gracias a la cual consiguió enjaretar algunas series de mérito. Mató con eficacia. De gran nivel ha sido su recibo con el capote a su primero, que luego se traslado a la faena de muleta; pero los aceros se le negaron y todo se evaporó.
Fuera de justificarse poco más pudo hacer el local Joselillo, frente a dos toros sin opciones.
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