El dato lo da la propia empresa: 2.500 es el número oficial de abonos convencionales –es decir: excluidos los de jubilados y jóvenes– que no han sido renovados en la plaza de Las Ventas para la feria de San Isidro 2013. Ahora Taurodelta los pone a la venta.
Para situar el dato en su contexto, según los cálculos que “La Razón” realizó al finalizar la temporada de 2012, el número de localidades abonadas era de 15.850, a las que hay que añadir las 2.041 localidades abonadas por mayores de 65 años y las 197 para menores de 25 años. En total, pues, 18.088 entre los convencionales y los especiales.
En la pasada temporada, en el abono de San Isidro hubo un total de 700 no renovación. Para el abono de otoño se dejaron sin renovar en primera instancia 1.172, de los cuales el 95% tuvieron nuevos compradores.
Como puede observarse, sólo con las cifras oficiales el retroceso del número de abonados se va agudizando por segundo año consecutivo. Y eso sin contar, porque resulta empeño imposible, la sobreoferta no oficial que se con los abonados que no quieren perder el título, pero que hoy necesitan que otra persona lo adquiera.
Aún así, Las Ventas sigue manteniendo el número de abonados más elevados de España –dejando al margen los sanfermines, que es un caso singular–, al tener del orden del 75% de su aforo cubierto con esta formula de adquisición de las entradas. Como se sabe, el aforo total de la plaza madrileña es de 23.770 localidades.
Si se hace caso a los comentarios que circulan por los corrillos taurinos, parte de los abonos no renovados proceden de las reventas oficiales, que ante la perspectiva de la crisis busca seguir una política más prudente ante la previsión de una más difícil venta al público.
En todas las ferias hasta ahora celebradas el número de abonados ha retrocedido en 2013 con respecto al año anterior, en el que a su vez también se produjo la misma tendencia.
En el caso de Madrid, el abono es una factor crucial para cuadrar las cuentas y a la vez cumplir todas las exigencias del pliego de adjudicación en cuanto al número de espectáculos. Si los dos abonos –el de mayo y el de otoño– no tiran, difícilmente se podrán compensar las pérdidas que originan los festejos que se celebran en el resto del año, en los que, salvo muy contadas excepciones, rara vez se supera un tercio de entrada.
Como se recordará el abono madrileño lo recuperó Manolo Chopera durante sus años dirigiendo Las Ventas, cuando consiguió que se produjera una tendencia creciente, hasta situarla prácticamente en las cifras que luego se alcanzaron durante el mandato de los Lozano y la primera etapa de Taurodelta. Ahora como consecuencia de la crisis, de nuevo se comienza la tendencia decreciente que –según personas conocedoras del tema—no ha tocado fondo, sino que continuará en tanto la recuperación de la economía no sea real.
No hay datos para poder realizarlo, pero sería muy interesante socialmente estudiar pormenorizadamente este retroceso de abonados, para conocer, por ejemplo, cuantos de los no renovados corresponden a empresas y cuantos a particulares.
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